La sala de los menesteres

Parte sin título 110. Poli bueno, poli malo.

Una hora de reloj. Una maldita hora llevaba revolviendo en su armario para elegir qué ponerse. Ella sabía perfectamente cómo vestirse para la gala de los Grammy, para los Goya, para los putísimos Oscars, pero, ¿para comer con la Rafi? Ojalá un uniforme para esos menesteres. 

Y la rubia en su casa, tranquilita. La iba a matar. 

*Alba*

Estás lista?

*Natalia*

NO ESTOY, NO

*Alba*

Qué te queda?

Estaba a punto de pasar a por ti

*Natalia*

NO ME ESTRESES ALBA POR FAVOR TE LO ESTOY PIDIENDO

EN BRAGAS ESTOY

EN BRAGAS

*Alba*

Es algún jueguito sexual?

Porque no lo pillo, Nat

*Natalia*

NO SÉ QUÉ PONERME, JODER

*Alba*

Qué tal unos vaqueros y una camiseta

Como idea loca así que se me acaba de ocurrir

*Natalia*

Sí hombre, cómo voy a ir así a comer a casa de tu madre

*Alba*

Pues como voy yo

Es mi madre, Nat, joder, no la reina de Inglaterra

*Natalia*

OJALÁ LA REINA DE INGLATERRA, PORQUE TENGO UN TRAJE COLOR SANGRE ESTUPENDO

*Alba*

JAJAJAJAJAJAJAJAJA

Cinco minutos te doy

Hasta ahora, guapa

Natalia ni contestó. ¿Cinco minutos? Imposible. Voló al baño y se pintó la raya de arriba para sentir que iba terminando tareas. De una carrera volvió a la habitación y cogió un vaquero ancho, anchísimo, se lo remangó y se colocó una camiseta básica negra. Patinó sobre el suelo de parqué de vuelta al baño para echarse su habitual litro y medio de colonia, y casi se come la mesita de noche al lanzarse sobre la cama para coger el teléfono. Varias notificaciones de la misma conversación. La conversación infernal. 

*Alba*

Baja

Natalia, que estoy en un vado

Me cago en la puta, Nat

O BAJAS O ME LARGO

*Natalia*

YA VOY ALBA YA VOY PERDONA NO TE VAYAS

Y salió disparada como si tuviera un misil incrustado en el culo. Bajó las escaleras de tres en tres, y, mientras saltaba tramo tras tramo, pensaba en lo increíble que sería tener una barra como la de los bomberos.