Joaquín.

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Helianthus (Girasol): Conciencia vital hacia la luz.

Joaquín Bondoni definitivamente odiaba a su padre con todo su ser.

Joaquín era un omega calmado y más bien pacifista. Odiaba la violencia y a los Alfas, Betas u Omegas altivos y violentos.

Era el guardián de su hermana menor, Renata, que también era una omega calmada pero más extrovertida que él. Llevaban viviendo en Puebla casi 7 años, desde que Joaquín entró a la Universidad Benemérita de Puebla y consiguió trabajo en la Capilla del Arte de la Universidad de las Américas como restaurador de las exposiciones que se presentaban.

Su madre murió cuando él tenía 15 años y Renata acababa de cumplir los 5. Lilibeth había sido una omega preciosa de ojos miel y cabello rojizo, suave y delicada, con un amor profundo al arte italiano sobre todo. Y lo más importante, había sido la vida entera de su padre, Rogelio Bondoni.

Joaquín supo que cuando su madre murió, toda humanidad que su padre tenía murió con ella.

Rogelio era un hombre duro pero muy inteligente, era un Alfa extremadamente entregado a su compañera omega y orgulloso de ella; aunque quería a sus cachorros, para él su vida entera era su omega. Joaquín lo admiraba desde que era un niño y lo veía realizar sus trabajos complejos de matemáticas como contador en jefe del Banco General en la Ciudad de México, encargado de más de 40 millones cuentas de usuarios nacionales y extranjeros.

—Tu padre es un hombre sumamente importante, Jojo —le decía su mamá cuando Joaquín le preguntaba dónde estaba su papá y por qué no iba a sus festivales de la escuela—. Necesitan de su conocimientos y de él para que la economía del país no caiga.

Para Joaquín, un niño de 8 años, esas palabras no tenían importancia alguna. Él había ensayado durante meses esa coreografía para que su mamá y papá lo vieran, y solamente vino su mamá.

Solamente su mamá era la única que estaba con él en todo momento. Así fue hasta que su hermanita nació cuando él tenía 10 años. Fue algo que al principio lo hizo sentir confundido pero conforme pasaba el tiempo y Joaquín veía a su hermana crecer en el estómago de su mamá, empezó a tener este sentimiento de protección hacia esa bebé y cuando nació, se autoproclamó el protector de Renata, sabiendo que ser un Omega sería difícil para ella, más siendo mujer, y aún más con la decepción de su padre de que ninguno de sus hijos era un alfa como él.

A Lilibeth le importó poco que sus hijos fueran omegas, ella era feliz de ver a sus niños sanos y unidos, que Joaquín adorara a su hermana y Renata pareciera embobada con su increíble y fantástico hermano mayor. Sabía lo que significa ser una Omega en esta sociedad piramidal y discriminatoria, sabía que lo único que podía esperar y desear es que encontraran a un gran Alfa como su compañero, que aunque era algo frío con sus cachorros, daría la vida por ella y por ellos. Pero viendo a su hijo mayor entrar a la adolescencia y cómo se negaba a ser minimizado por ser un Omega, y a Renata seguir el ejemplo de su hermano, se sintió más segura de que ellos estarían bien.

Pero no lo estuvieron durante años después de la muerte de su mamá y el cambio extremo de su papá.

El accidente fue por completo la culpa de su papá. Estaban celebrando tanto su aniversario de bodas como que ascendieron a Rogelio a ser parte del consejo del banco donde trabajaba. Habían bebido de más y aunque Lilibeth le pidió tomar un taxi, Rogelio se negó. Dos kilómetros lejos del restaurante, casi entrando al periférico, Rogelio perdió el control del coche y terminó dando dos vueltas antes de salir volando y destrozar el lado del pasajero, donde Lilibeth murió de inmediato.

Los hermanos Bondoni quedaron huérfanos el mismo día de sus padres. Las hermanas de su mamá los cuidaron durante el tiempo que su padre estuvo en coma, casi 6 meses, y todavía un tiempo más después de que Rogelio despertó y obtuvo su terapia e "intentó" volver a su vida normal. Pero cuando se cumplió un año de la muerte de Lilibeth, Rogelio empezó a desvivir, dejó de ir a trabajar y se negó a preocuparse por sus cachorros, aún cuando Renata acababa de cumplir los 6 años y Joaquín empezaba la prepa.

El Secreto de las FloresWhere stories live. Discover now