El Secreto de las Flores

Desprendimiento.

Capítulo dedicado a FeraAguu, asdja bebé, espero te guste y no me termines matando 🥺 Te mando un abrazo gigante y espero que tengas un grandioso día, eres una personita preciosa y mágica, con mucho por dar y una luz increíble. Te quieroooo💛

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Cuando llegaron a la semana 32, ambos supieron que en cualquier momento podrían llegar sus hijos.

Trazaron un plan sencillo y fácil de recordar hasta en en los momentos difíciles y de máxima presión. 

La maleta de Joaquín y los bebés estaría lista para el momento en que todo sucediera, y Ren y Dani habían decidido irse a vivir con la pareja hasta que nacieran los bebés.

Sobre todo para que Joaquín no se quedara solo mientras Emilio iba unas horas a la florería y checaba que Eric y el chico que contrataron estuvieran bien.

Joaquín había dejado de trabajar cuando entró a la semana 28 y le dieron la baja por paternidad, aunque él también iba de vez en cuando para asegurarse que todo estuviera bien y para distraerse un rato. 

Le costaba caminar y parecía más bien un pato con una panza más grande de lo que podía imaginar. Pero se recordaba que dos bebés estaban dentro de él, entonces su estómago era normal.

Las últimas semanas se había quedado más bien acostado y durmiendo casi todo el día, en su cama, en la sala, hasta en la tina mientras Emilio lo bañaba. Diego les había dicho que era un mecanismo de preparación de su cuerpo, necesitando de darle energía extra a sus bebés y preparándose para su parto.

Las caderas le dolían y la parte baja de la espalda le punzaba, algunas veces era incómodo sentarse pero no había problemas cuando se acostaba. 

Y definitivamente necesitaba de la cercanía de Emilio más tiempo. Así que ambos la pasaban recostados mientras veían películas o series y el Alfa ayudaba a su prometido a soportar los dolores que sufría.

Lo bueno es que Ren y Dani habían al fin salido de vacaciones y le ayudaban a Emilio a mantener la casa limpia, sobre todo de tener la maleta y el papeleo para el hospital ya listo en caso de tener que salir corriendo y que él no esté.

—Tenemos todo bajo control, Emilio, todo estará bien —le dijo Dani con seguridad, guiñándole el ojo.

Emilio debió aceptar que su sobrina tenía razón. El embarazo había sido tranquilo y soportable en molestias para ambos. Sus trabajos ya estaban alineados y su familia preparada, al igual que Diego y ellos mismos. No habían tenido más noticias de Rogelio Bondoni ni de ese Alfa misterioso, todo estaba bien.

Todo estaba en calma.

Y eso debió darle la precaución de que la tormenta venía.

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Ese día Joaquín despertó un poco más adolorido y cansado que otros días. 

—Buenos días, beloved —susurró Emilio cuando abrió sus ojos y miró a Joaquín despierto.

Él volteó hacia el Alfa y se estiró para recibir un beso en sus labios, sonriendo.

—Buenos días, amor de mi cielo. 

— ¿Cómo durmieron? —pasó la mano por el estómago muy prominente y lo sintió en calma.

—Creo que siguen dormidos —se burló del Omega pero entonces se movieron un poco y ambos se rieron—. Ajá, ya sé a qué papá le harán caso y con cuál pelearan.

—Mmmm, me ahorro mis comentarios. 

Joaquín se iba a quejar pero una punzada en su vientre bajo lo hizo callar y mirar confundido a Emilio.