El Secreto de las Flores

Fiesta.

Capítulo dedicado a mi bebé -CrystalCotton por su cumpleaños. FELICIDADES, MI NIÑA BONITAAAAA  ojalá te guste mi regalo, te amo 🥺💛

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Joaquín escuchó las risas de su hermana y Emilio en la cocina cuando entró a la casa. 

Sonrió mientras dejaba su saco y su maletín en la sala. Agarró el pay y caminó hacia el comedor, viendo a Dani ahí sentada, totalmente concentrada en su laptop y música. Atrajo su atención y la saludó de lejos, ella le regresó el saludo y siguió concentrada escribiendo.

Jaló la puerta y entró a la cocina, viendo a Ren en la estufa y a Emilio en el fregadero. 

—Llegué —les dijo antes de dejar el pay en la isla, al lado del recipiente donde la lasaña estaba recién hecha.

—Hola, hermanito —Ren se estiró para darle un beso y fijarse en el pay—. Mmm, fresa, perfecto.

Joaquín fue a abrazar a Emilio por la espalda y besarle la nuca, acurrucándose en él. 

—Hola, mi amor —susurró en un suspiro el Omega. Emilio se estiró para descansar la mejilla en la parte alta de su cabeza, restregándola un poco.

—Hola, mi amor.

Emilio terminó de lavar los trastes y se secó sus manos, dándose la vuelta para abrazar y besar adecuadamente a su novio. Ren les hizo un ruidito de asco, pero Joaco solo le enseñó el dedo medio, haciéndola reír.

Se separó un poco del Alfa cuando el aire fue necesario. Se lamió un poco los labios antes de abrir sus ojos, encontrándose con los ojos ónix de Emilio viéndolo brillantes.

—Hola —lo volvió a saludar.

Joaquín apenas susurró un hola antes de volver a besarlo, pasando sus brazos por el cuello del mayor.

—Vamos a cenar, no me hagan vomitar, calientes desubicados —Ren los hizo separarse con un sonido húmedo y ella hizo la finta de vomitar.

—Yo no digo nada cuando las veo a ti y a Dani, mocosa —le peleó el Omega, dándose la vuelta y caminando a la isla, Emilio abrazándolo detrás de él. 

—Porque Dani y yo somos muy decentes y no andamos comiéndonos frente a los demás.

—Todavía recuerdo el sábado pasado, Ren —Emilio se estremeció y Joaco se rió. Ren gritó y escondió su rostro tras la pala de madera con la que estaba moviendo la crema.

— ¡Te dije que nunca pasó, Emi! ¡Y ya, vamos a comer! —la Omega apagó el fuego y corrió a arreglar la mesa, con los hombres riéndose atrás de ella pero también ayudándole con los platos, vasos y los recipientes.

Daniela apagó la lap y guardó sus cosas mientras saltaba en su asiento.

— ¡Comida! —lloriqueó, Ren se rió y se estiró para darle un suave beso.

Emilio y Joaquín se vieron y rodaron los ojos.

Llevaban cerca de un mes en esa rutina. 

Después de que el Celo de Ren acabó, ella y Daniela tuvieron una semana difícil porque ambas creían que habían hecho lo que hicieron por culpa del Celo y que obligaron a la otra, y bla bla, fue una semana pesada hasta que tanto Emilio como Joaquín las obligaron a hablar. 

Joaquín tuvo que irse a casa de Emilio ese fin de semana otra vez.

Después de eso, eran inseparables ambas chicas. Semanas después, los Bondoni volvieron a ir a una comida de los Marcos, a celebrar el cumpleaños de Mayra y Regina, y el nacimiento del nuevo cachorro, el hijo de Cristina y Elena. Era un bebé idéntico a Elena pero con el cabello de Cristina. La mayoría de las chicas estaban locas por ese bebé y Joaquín logró quedarse con él la mayor parte del tiempo que partieron y comieron pastel.