Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco Malfoy

Capítulo 69 FINAL

SESENTA Y NUEVE

Dumbledore se levantó y miró un momento a Barty Crouch con desagrado. Luego alzó otra vez la varita e hizo salir de ella unas cuerdas que lo dejaron firmemente atado. Se dirigió entonces a la profesora McGonagall.

-Minerva, ¿te podrías quedar vigilándolo mientras subo con los hermanos?

-Desde luego -respondió ella. Daba la impresión de que sentía náuseas, como si acabara de ver vomitar a alguien. Sin embargo, cuando sacó la varita y apuntó con ella a Barty Crouch, su mano estaba completamente firme.

-Severus, por favor, dile a la señora Pomfrey que venga -indicó Dumbledore-. Hay que llevar a Alastor Moody a la enfermería. Luego baja a los terrenos, busca a Cornelius Fudge y tráelo acá. Supongo que querrá oír personalmente a Crouch. Si quiere algo de mí, dile que estaré en la enfermería dentro de media hora.

Snape asintió en silencio y salió del despacho.

-Hannah, Harry... -llamó Dumbledore con suavidad.

Hannah y Harry se levantaron y Hannah volvió a tambalearse. El dolor de la pierna, que no había notado mientras escuchaba a Crouch, acababa de regresar con toda su intensidad. También se dio cuenta de que temblaba. Harry y Dumbledore la cogieron del brazo y la a yudaron a salir al oscuro corredor.

-Antes que nada, quiero que vengan a mi despacho, chicos -les dijo en voz baja, mientras se encaminaban hacia el pasadizo-. Sirius y Remus nos están esperando allí.

Ambos asintieron con la cabeza. A Hannah le invadían una especie de aturdimiento y una sensación de total irrealidad, pero no hizo caso: estaba contenta de encontrarse así. No quería pensar en nada de lo que había sucedido después de tocar la Copa de los tres magos. No quería repasar los recuerdos, demasiado frescos y tan claros como si fueran fotografías, que cruzaban por su mente: Ojoloco Moody dentro del baúl, Colagusano desplomado en el suelo y agarrándose el muñón del brazo, Voldemort surgiendo del caldero entre vapores, Cedric... casi muere y vio todo lo ocurrido.

-Profesor -murmuró Hannah -, ¿Dónde está Cedric?

-Está con su familia y con la profesora Sprout -dijo Dumbledore. Su voz, tan impasible durante todo el interrogatorio de Barty Crouch, tembló levemente por vez primera-. Es la jefa de la casa de Cedric, y es quien mejor lo conoce.

Llegaron ante la gárgola de piedra. Dumbledore pronunció la contraseña, se hizo a un lado, y él, Harry y Hannah subieron por la escalera de caracol móvil hasta la puerta de roble. Dumbledore la abrió.

Sirius y Remus se encontraban allí, de pie. Tenían la cara tan pálida y Sirius la tenia tan demacrada como cuando había escapado de Azkaban. Ambos cruzaron en dos zancadas el despacho.

-¿Estás bien, Hannah? Lo sabía, sabía que pasaría algo así. ¿Qué ha ocurrido? - dijo Sirius frente a ellos.

Remus se acercó a Hannah y la abrazó soltando un suspiro de alivió de verla viva, al separarse le inspeccionó la herida en la cabeza mientras la miraba con angustia al igual que Harry y Sirius.