Capítulo 74

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SETENTA Y CUATRO

SETENTA Y CUATRO

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Narra Hannah. 

Nubes grises cubrían el castillo de Hogwarts dando notar que habría una tormenta, cubriendo los pasillo de total oscuridad; estudiantes infelices y corroídos caminaban por los pasillos en fila, dirigiéndose al gran comedor ; una puerta de madera negra se abre; estantes altos y llenos de esferas aparecen de repente frente a mi, un grupo de personas cubiertas con una marcara negra, una luz verde aparece dejando mostrar un arco de piedra con una tela transparente moviéndose en medio. Una persona detrás de mi me pedía que me quedara mientras tomaba mi mano, un aroma a perfume invadía mis fosas nasales mientras apretaba mi mano...

Desperté de golpe a las cinco, como si alguien m e hubiera gritado en la oreja. Me quedé unos instantes tumbada en la cama, inmóvil, mientras la perspectiva de la vista disciplinaria llenaba cada diminuta partícula de mi cerebro; luego, incapaz de soportarlo más, salté de la cama. La señora Weasley me había dejado un pequeño conjunto que consistía en una falda liza, una camiseta marrón y un saco de lana color crema lavados y planchados a los pies de la cama.

 La señora Weasley me había dejado un pequeño conjunto que consistía en una falda liza, una camiseta marrón y un saco de lana color crema lavados y planchados a los pies de la cama

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Me vestí rápidamente. El cuadro vacío de la pared rió por lo bajo.

Hermione estaba tirada en la camaz, con los cabellos alborotados, profundamente dormida. Ni siquiera se movió cuando crucé la habitación, salí al rellano y cerrando la puerta sin hacer ruido. Procurando no pensar en la próxima vez que vería a Hermione, cuando quizá ya no fuéramos compañeras de clase en Hogwarts, escuche unos pasos que bajaban las escaleras, era Harry ya stido y con el cabello algo revuelto.

-¿Cómo estás? - me preguntó Harry con la voz ronca.

-Nerviosa, ¿Y tu?.

-Igual.

Ambos bajamos las escaleras, pasamos por delante de los antepasados de Kreacher y nos dirigimos a la cocina. 

Por un momento me había imaginado que la encontraríamos vacía, pero cuando llegamos a la puerta oímos un débil murmullo de voces al otro lado. Harry abrió la puerta y vimos al señor y a la señora Weasley, Sirius, Lupin y Tonks sentados a la mesa como si estuvieran esperándonos. Todos estaban vestidos para salir, excepto la señora Weasley, que llevaba una bata acolchada de color morado. La mujer se puso en pie de un brinco en cuanto entramos en la cocina.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyWhere stories live. Discover now