Capítulo 118

1.5K 142 34
                                    

CIENTO DIECIOCHO

CIENTO DIECIOCHO

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Últimamente, las clases de Pociones resultaban un poco incómodas porque los cuatro amigos tenían que sentarse juntos. Ese día, Hermione se llevó el caldero a la otra punta de la mesa para estar cerca de Ernie, e ignoró a los otros dos chicos.

—¿Qué han hecho? —le susurró Ron a Harry y a Hannah mientras observaba el altivo perfil de Hermione.

Pero, antes de que uno de los dos contestara, Slughorn pidió silencio a sus alumnos.

—¡Silencio, por favor, silencio! ¡Deprisa, esta tarde tenemos mucho trabajo! Tercera Ley de Golpalott... ¿Quién la sabe? ¡La señorita Granger, cómo no!

—La Tercera Ley de Golpalott establece que el antídoto para un veneno confeccionado con diversos componentes es igual a algo más que la suma de los antídotos de cada uno de sus diversos componentes —recitó Hermione de carrerilla.

—¡Exacto! —exclamó Slughorn, eufórico—. ¡Diez puntos para Gryffindor! Pues bien, si damos por válida esa ley...

Harry tendría que confiar en la aprobación de Slughorn y dar por  válida la Tercera Ley de Golpalott, porque no había entendido nada. Y nadie excepto Hannah y Hermione parecieron entender tampoco lo que Slughorn dijo a continuación.

—... lo cual significa, como es evidente, que suponiendo que hayamos conseguido identificar correctamente los ingredientes de la poción mediante el revelahechizos de Scarpin, nuestro principal objetivo no es seleccionar los antídotos de cada uno de esos ingredientes (tarea relativamente sencilla), sino encontrar un componente adicional que, mediante un proceso casi alquímico, transforme esos elementos dispares...

Ron, con la boca entreabierta, estaba garabateando distraídamente en su nuevo ejemplar de Elaboración de pociones avanzadas. Cada dos por tres se le olvidaba que ya no podía esperar que Hermione lo sacara del apuro cuando no entendía lo que un profesor explicaba. Hannah y Hermione tambien miraban al profesor con la boca abierta, procesando lo que había dicho.

—... así pues —terminó Slughorn—, quiero que cada uno de ustedes se levante y coja una de estas ampollas de mi mesa. Tienen que preparar un antídoto del veneno que contienen antes de que termine la clase. ¡Buena suerte, y no se olviden ponerse los guantes protectores!

Hannah y Hermione ya se habían levantado e iban hacia la mesa de Slughorn antes de que el resto de la clase se hubiera dado cuenta de que tenía que ponerse en movimiento. Cuando Harry, Ron y Ernie regresaron a la mesa, cada uno con una ampolla, ellas ya habían vaciado el contenido de la suya en el caldero y estaba encendiendo el fuego para calentarlo.

—Es una pena que el príncipe no pueda ayudarte mucho con esto, Harry —comentó Hermione alegremente al incorporarse—. Esta vez tienes que entender los principios que actúan en el proceso. ¡No te van a servir las carambolas ni los trucos!

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyWhere stories live. Discover now