Capítulo 76

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SETENTA Y SEIS

SETENTA Y SEIS

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Narrador.

Por fin el tren empezó a aminorar la marcha y oyeron el habitual alboroto por el pasillo, pues todos se pusieron en pie para recoger su equipaje y a sus mascotas, listos para apearse. Como Ron y Hermione tenían que supervisar que hubiera orden, volvieron a salir del compartimento encargando a Harry, Hannah, Neville y Ginny del cuidado de Crookshanks y Pigwidgeon.

-Yo puedo llevar ese búho, si quieres -le dijo Luna a Harry señalando la jaula de Pigwidgeon mientras Neville se guardaba a Trevor con cuidado en un bolsillo interior.

-¡Ah, gracias! -contestó Harry, quien le pasó la jaula de Pigwidgeon y así pudo sujetar mejor la de Hedwig.

Salieron del compartimento y notaron por primera vez el frío de la noche en la cara al reunirse con el resto de los alumnos en el pasillo. Lentamente fueron avanzando hacia las puertas. Hannah notó el olor de los pinos que bordeaban el sendero, que descendía hasta el lago. Bajó al andén y miró a su alrededor esperando oír el familiar grito de «¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí!».

Pero aquel grito no se oyó. Una voz de mujer muy diferente gritaba con un enérgico tono: «¡Los de primero pónganse en fila aquí, por favor! ¡Todos los de primero conmigo!»

Un farol se acercaba oscilando hacia Hannah, y su luz le permitió ver la prominente barbilla y el severo corte de pelo de la profesora Grubbly-Plank, la bruja que el año anterior había sustituido durante un tiempo a Hagrid como profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas.

-¿Dónde está Hagrid? -preguntó Harry en voz alta llegando junto a Hannah.

-No lo sé -contestó Ginny-, pero será mejor que nos apartemos, estamos impidiendo el paso.

-¡Ah, sí!

Harry, Hannah y Ginny se separaron mientras recorrían el andén y entraban en la estación. Empujado por el gentío, Hannah y Harry escudriñaban la oscuridad tratando de distinguir a Hagrid; tenía que estar allí, Hannah lo había dado por hecho: volver a ver a Hagrid era una de las cosas que más ilusión le hacían. Pero no había ni rastro de él.

«No puede haberse marchado -se dijo Hannah mientras caminaba con el resto de los alumnos, despacio y arrastrando los pies, y pasaba por una estrecha puerta que daba a la calle-. Debe de estar resfriado o algo así.»

Miró alrededor buscando a Ron o a Hermione, pues quería saber qué opinaban ellos de la presencia de la profesora Grubbly-Plank, pero ninguno de los dos estaba por allí cerca, así que se dejó arrastrar hacia la oscura y mojada calle que discurría frente a la estación de Hogsmeade.

Allí esperaba el centenar de carruajes sin caballos que cada año llevaba a los alumnos que no eran de primer curso hasta el castillo. Hannah los miró brevemente, se dio la vuelta para buscar a Ron y a Hermione, y luego volvió a mirar.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora