Capítulo 73

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SETENTA Y TRES

SETENTA Y TRES

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Narrador.

Después de desayunar los chicos entraron a un salón salón: una estancia alargada de techo alto que se hallaba en el primer piso, cuyas paredes eran de color verde oliva y estaban cubiertas de sucios tapices. De la alfombra se levantaban pequeñas nubes de polvo cada vez que alguien la pisaba, y las largas cortinas de terciopelo de color verde musgo zumbaban, como si en ellas se aglomeraran invisibles abejas. La señora Weasley, Hermione, Ginny, Fred y George estaban apiñados alrededor de ellas, y todos llevaban un pañuelo anudado en la parte de atrás de la cabeza, que les cubría la nariz y la boca y les daba un aire extraño. Cada uno llevaba en la mano una botella muy grande, que tenía un pitorro en el extremo, llena de un líquido negro. 

-Tápense la cara y cojan un pulverizador -ordenó la señora Weasley a Hannah, Harry y a Ron en cuanto los vio, señalando otras tres botellas de líquido negro que había sobre una mesa de patas muy finas-. Es doxycida. Nunca había visto una plaga como ésta. No sé qué ha estado haciendo ese elfo doméstico en los diez últimos años... 

Aunque Hermione llevaba la cara tapada, Hannah vio con claridad que le lanzaba una mirada llena de reproche a la señora Weasley

-Kreacher es muy viejo, seguramente no podía...

-Te sorprendería ver de lo que es capaz Kreacher cuando le interesa, Hermione -afirmó Sirius, que acababa de entrar en el salón con una bolsa manchada de sangre llena de algo que parecían ratas muertas-. Vengo de dar de comer a Buckbeak- añadió al distinguir la mirada inquisitiva de Harry y Hannah-. Lo tengo arriba, en la habitación de mi madre. Bueno, a ver... este escritorio... -Dejó la bolsa de las ratas encima de una butaca y se agachó para examinar el mueble; entonces Hannah notó que el escritorio temblaba ligeramente-. Mira, Molly, estoy convencido de que es un boggart -comentó Sirius mirando por la cerradura-, pero quizá convendría que Ojoloco le echara un vistazo antes de soltarlo. Conociendo a mi madre, podría ser algo mucho peor.

-Tienes razón, Sirius -coincidió la señora Weasley.

Ambos hablaban en un tono muy educado y desenfadado que les dio a entender a Harry y Hannah que ninguno de los dos había olvidado su discusión de la noche anterior.

En el piso de abajo sonó un fuerte campanazo, seguido de inmediato por el mismo estruendo de gritos y lamentos que Tonks había provocado la noche pasada al tropezar con el paragüero.

-¡Estoy harto de decirles que no toquen el timbre! -exclamó Sirius, exasperado, y salió a toda prisa del salón. Lo oyeron bajar precipitadamente la escalera mientras los chillidos de la señora Black volvían a resonar por toda la casa.

-¡Manchas de deshonra, sucios mestizos, traidores a la sangre, hijos de la inmundicia!...

-Hannah, cierra la puerta, por favor -le pidió la señora Weasley.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyWhere stories live. Discover now