(EN CORRECCIÓN)
Las personas correctas son los únicos que te hacen cambiar.
Hannah Potter, quien es conocida como la niña que tuvo suerte al sobrevivir junto a su hermano, Harry Potter, cuando intentaron asesinarlos. Ambos recibirán la noticia de...
-Toca adivinación, Harry debe de haber ido al aula - exclamó Hannah mirando a Hermione - a esta hora aun no hay nadie. Aprovecharé el momento y voy hablar con él.
Hermione asintió y se volvió a sentar en su sitio, mientras que Ron siguió comiendo como si nada estuviera pasando. Hannah salió del gran comedor encaminándose hacia el aula de adivinación.
Entonces llegó al rellano donde estaba colgado el retrato del caballero sir Cadogan, quien desenvainó su espada y la blandió, exaltado, contra Hannah, pero ésta solo lo miro.
-¡Ven aquí, bestia sarnosa! ¡Ponte en guardia y pelea! -gritó sir Cadogan con una voz amortiguada por la visera.
-¡Oye! - exclamó Hannah filmándolo con la mirada - Ten un poco de respeto ¿Quieres?.
Hannah siguió caminando, y cuando el caballero intentó seguirla trasladándose al cuadro de al lado, su ocupante, un corpulento y fiero hombre lobo, lo rechazó. Hannah llegó a la trampilla que había en lo alto de la torre norte, encontrando a Harry sentado, éste levantó la mirada encontrándose a su hermana frente a él.
-¿No tienes que asistir Aritmancia? Queda del otro lado del castillo - dijo Harry en un gruñido.
Hannah quedó sorprendida por su extraño comportamiento, Harry jamás se había comportado de esa forma, estaba más agresivo, más violento y muy grosero, pero por alguna extraña razón Hannah tambien se sentía de esa misma forma, pocas veces se vio a si misma, de la misma forma que está Harry. Cuando estaba discutiendo con Lavender, tuvo el impulso de decirle cosas que ella jamás diría.
-Me cambie a Adivinación por este año - respondió intentando sonar lo más tranquila posible para evitar una discusión -. ¿Podemos hablar?
-¡No! - exclamó en voz alta - ¡No los soporto! ¡No te soporto a ti!
-Harry, ¿Qué demonios te pasa?
Harry se levanta frustrado y camina hacia Hannah rápidamente.
- ¡Me pasa que quiero estar solo! ¡Por una vez en mi vida quiero estar solo! ¡Me cansé de que siempre estés conmigo!
-¡Oh, que mal! - dijo Hannah con ironía - ¡Pues déjame decirte algo, señor Yo soy importante!... ¡Tú y yo estamos metidos en problemas más serios como para que tú estés comportándote como un completo tonto! - Hannah sintió como esa misma furia crecía en su interior.
