Capitulo 23

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VEINTITRES

VEINTITRES

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Aun en el gran comedor. Hermione se aprendía su nuevo horario:

—Bien, hoy comenzamos asignaturas nuevas —dijo alegremente.

—Hermione—la llama Ron, frunciendo el entrecejo y mirando detrás de ella—, se han confundido con tu horario. Mira, te han apuntado para unas diez asignaturas al día. No hay tiempo suficiente.

—Ya me apañaré. Lo he concertado con la profesora McGonagall.

—Pero mira -dijo Ron riendo—, ¿ves la mañana de hoy? A las nueve Adivinación y Estudios Muggles y... —Ron se acercó más al horario, sin podérselo creer—, mira, Aritmancia, todo a las nueve. Sé que eres muy buena estudiante, Hermione, pero no hay nadie capaz de tanto. ¿Cómo vas a estar entres clases a la vez?

—No seas tonto —dijo Hermione bruscamente —, por supuesto que no voy a estar en tres clases a la vez.

—Bueno, entonces...

—Pásame la mermelada — le pidió Hermione.

— Pero...

— ¿Y a ti qué te importa si mi horario está un poco apretado, Ron? — dijo Hermione —. Ya te he dicho que lo he arreglado todo con la profesora McGonagall.

En ese momento entró Hagrid en el Gran Comedor. Llevaba puesto su abrigo largo de ratina y de una de sus enormes manos colgaba un turón muerto, que se balanceaba.

—¿Va todo bien? — dijo con entusiasmo, deteniéndose camino de la mesa de los profesores —. ¡Están en mi primera clase! ¡Inmediatamente después del almuerzo! Me he levantado a las cinco para prepararlo todo. Espero que esté bien... Yo, profesor..., francamente...

Les dirigió una amplia sonrisa y se fue hacia la mesa de los profesores, balanceando el turón.

—-Me pregunto qué habrá preparado—dijo Ron con curiosidad.

—No lo sé, pero será genial —dijo Hannah alegre — Hagrid está muy emocionado.

El Gran Comedor se vaciaba a medida que la gente se marchaba a la primera clase. Ron comprobó el horario.

—Lo mejor será que vayamos ya. Mirad, el aula de Adivinación está en el último piso de la torre norte. Tardaremos unos diez minutos en llegar...

—Vamos andando — dijo Hannah levantándose de su lugar.

Terminaron aprisa el desayuno, se despidieron de Fred y de George, y volvieron a atravesar el Gran Comedor. Al pasar al lado de la mesa de Slytherin, Parkinson volvió a repetir la pantomima. Las estruendosas carcajadas excepto la de Malfoy acompañaron a los hermanos hasta el vestíbulo.

El trayecto hasta la torre norte era largo. Los dos años que llevaban en Hogwarts no habían bastado para conocer todo el castillo, y ni siquiera habían estado nunca en el interior de la torre norte.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyKde žijí příběhy. Začni objevovat