(EN CORRECCIÓN)
Las personas correctas son los únicos que te hacen cambiar.
Hannah Potter, quien es conocida como la niña que tuvo suerte al sobrevivir junto a su hermano, Harry Potter, cuando intentaron asesinarlos. Ambos recibirán la noticia de...
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Narra Hannah.
Desde aquel acontecimiento en el cementerio, después de presenciar el retorno de Voldemort las noches han sido de rotundas pesadillas, sueños que parecen reales al punto en que puedo sentir como su tacto quemaba mi frente. Harry me despierta en la mayoría de las noches cuando me escucha gritar en la madrugada, el tío Vernon se molesta con nosotros por despertarlos en las noches hasta el punto en que compró tapones para oídos.
La niebla cubría gran parte del cementerio, los mortífagos me rodeaban junto con Cedric, Voldemort estaba justo frente a nosotros con su varita en mano. Detrás de mi estaba el cuerpo sin vida de Harry.
-Tu me quitaste algo que me pertenece, Hannah - decía Voldemort con su voz fría.
-Hannah - escuche a Cedric junto a mi - No lo escuches.
Voldemort miró a Cedric y luego nuevamente a mi.
-Tenemos a un invitado no deseado aquí con nosotros.
Por algún motivo no podía moverme , estaba paralizada en mi lugar. Cedric y Voldemort podían moverse y hablar. Voldemort se acercó a Cedric, levantando su varita.
-¡No! - gritó alguien detrás de nosotros - Lo haré yo, dame la oportunidad de deshacerme de él - dijo una que arrastraba las palabras.
Al girarnos, nos encontramos con Draco parado justo frente a nosotros, con su varita en mano, su ropa estaba sucia y rota, su rostro tenia rasguños y su cabello revuelto con una mirada de odio hacia Cedric.
-¿Qué haces? - le pregunté con voz temblorosa - Esto no eres tu...
-No tengo opción - dijo con voz temblorosa comenzando a sollozar con meido.
-Draco, hazlo - sugería Voldemort - Hazlo y serás parte de nosotros.
Draco miró a Cedric y luego a mi, yo negaba para que no lo hiciera.
-El amor entre jóvenes es una debilidad muy estúpida - añadió Voldemort, apuntando a Draco con la varita -Avada Kedavra - pronunció Voldemort y un chorro de luz rojo salió de su varita y fue e dirección a Draco, quien salió expulsado hacia atrás y cayó en el piso con los ojos abiertos. Ahogué un grito y caí al suelo llorando - ¡Avada Kedavra! - volvió a pronunciar esta vez apuntando a Cedric, quien fue expulsado y cayó sin vida al suelo - Ahora, a lo que vine - Voldemort se acercó a mi y me apunto con su varita - ¡Avada Kedavra! - pronunció y sólo pude ver la luz verde que se acercaba a mi.
Abrí mis ojos repentinamente viendo el cielo azul, el día más caluroso en lo que iba de verano llegaba a su fin, y un silencio amodorrante se extendía sobre las grandes y cuadradas casas de Privet Drive. Los coches, normalmente relucientes, que había aparcados en las entradas de las casas estaban cubiertos de polvo, y las extensiones de césped, que solían ser de un verde esmeralda, estaban re secas y amarillentas porque se había prohibido el uso de mangueras debido a la sequía. Privados de los habituales pasatiempos de lavar el coche y de cortar el césped, los habitantes de Privet Drive se habían refugiado en el fresco interior de las casas, con las ventanas abiertas de par en par, en el vano intento de atraer una inexistente brisa.
