Capítulo 92

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NOVENTA Y DOS

NOVENTA Y DOS

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Narrador.

La noche cayó en el colegio como un manto, los alumnos se fueron a sus casas a dormir. Los pasillos des castillo estaban vacíos, en un rincón, junto a la puerta del despacho de McGonagall se encontraban dos jóvenes Gryffindors esperando.

- Eres mala eligiendo pareja - murmuró Fred, recostado en la pared y con los brazos cruzados.

-Ya cállate. No quiero hablar de eso - dijo Hannah fastidiada, moviendo sus dedos rápidamente mientras Crott trataba de atraparlos.

- Si sabes que su familia es responsable de muchas desgracias ¿Verdad? - Fred mira a Hannah con recelo.

- Los actos de nuestras familias no nos definen como persona.  A veces no tenemos opción.

-Tus padres jamás fueron malas personas, y ustedes son iguales a ellos.

-Yo jamás conocí a mis padres, Fred - añadió Hannah alzando la voz con molestia.

Fred estaba por decir algo cuando de repente la puerta del despacho de la profesora McGonagall fue abierta, dejando a la vista a la profesora Umbridge quien miró a Hannah por unos segundos para luego marcharse. 

Más atrás salieron la profesora McGonagall, Harry y George.

-Señorita Potter, Señor Weasley. No era necesario que vinieran - habló la profesora con una expresión triste.

-Jamás nos iríamos sin nuestros hermanos - dijo Fred tomando el hombro de George.

-Bueno... - suspiró McGonagall -... Vayan a sus dormitorios. Ya es tarde - se dio vuelta y entro nuevamente a su despacho.

-¿Pasó algo? - habló Hannah cuando emprendieron camino a la torre Gryffindor. 

-Nos suspendieron - habló George - A los dos - miró a Fred dando a entender que tambien él estaba incluido.

-¡Quee! -exclamó Fred molesto. 

-¡¿Suspendidos!? - exclamó Angelina con voz apagada aquella noche en la sala común-. Suspendidos de por vida... Nos hemos quedado sin buscador y sin golpeadores. ¿Qué vamos a hacer ahora?

No tenían la sensación de haber ganado el partido. Allá donde mirara, Harry sólo veía caras de desconsuelo y de enfado; los miembros del equipo estaban repantigados alrededor de la chimenea; todos excepto Ron, al que nadie había visto desde que había finalizado el partido.

-Es una injusticia -declaró Hannah, como atontada-. ¿Qué ha pasado con Crabbe y con esa bludger que te lanzó después de que sonara el silbato? ¿Acaso a él lo han sus pendido?

-No -contestó Ginny con tristeza; ella y Hermione estaban sentadas a ambos lados de Harry-. Sólo tiene que copiar algo, he oído a Montague reírse de eso en la cena.

Mi patronus ¿Una Potter? Parte I -Draco MalfoyWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu