Primer capítulo

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[Manadas.]

— T/n, ¿hoy es tu primer día en la academia? —me preguntó mi hermana menor, Diana.

— Si —respondí cortante, odiaba levantarme temprano.

Soy t/n t/a, una alfa. Vivo con mi madre y mi hermana menor, mi padre había muerto en un accidente cuando yo tenía cinco años y mi hermana dos. Mi mamá era una omega, y mi padre fue un alfa, así que bueno, ya saben de quien saque mi segundo género. Mi hermana salió omega, pero a pesar de eso, tiene un carácter bastante fuerte y sabe defenderse sola.

Aunque cuando lo veo necesario, yo la defiendo.

Chequeé la hora en el reloj que tenía en mi muñeca, y eran las 6:30 am.

— Debo irme —le di un beso en la frente a mi hermana, y luego mire a mi madre— adiós —mamá solo sonrió y asintió.

Las palabras bonitas no son mi fuerte, soy una persona brusca al hablar, y por eso los amigos tampoco son lo mío. Esto sonará muy de alguien que se cree diferente, pero siempre he sido una loba solitaria. Nunca he tenido la necesidad de que alguien me defienda, y tampoco es que lo quiera.

— Este uniforme es una mierda... —dije en voz alta, mirando el uniforme de mi nueva academia.

Consistía en una falda de color verde, una camisa de botones, y un tipo de chaleco o traje de un gris bastante claro. Se supone que también llevemos una corbata, pero yo no me la puse y deje los botones del cuello abiertos, viéndose así como un pequeño escote. La academia no estaba tan lejos de mi casa, y por eso mismo fue que mi madre decidió cambiarme en mi último año a esta academia.

La academia supuestamente más prestigiada de todo Japón: La U.A. Cuando llegue a la academia, observe que era muy grande, y se veía bastante elegante. Yo solo comencé a caminar, y entre a esa gran academia. Sentía algunas miradas encima de mi, pero yo no le presté mucha atención. Me detuve al ver una gran puerta, y al lado de ella estaba grabado el nombre de la clase 3-A.

Entre al aula, viendo a muchos alumnos dentro. Los olores se mezclaban, y había uno que hacía que mi nariz picara un poco. Todos comenzaron a verme, mientras yo caminaba hacia el final del salón, para sentarme lejos de todos. Mis ojos pasaron por todos los que me estaban mirando, y ya me estaban molestando un poco.

— ¿Que miran? —pregunte, gruñendo un poco.

Algunos se sorprendieron un poco, pero otros solo parecieron predecir lo que yo iba a decir.

— Cuida lo que dices y en la manera en que lo haces —hablo un chico que estaba sentado en la primera silla de la tercera fila del salón.

—Yo lo mire con mis cejas fruncidas— Tu deberías tener cuidado con las personas que amenazas —respondí seria— yo no soy igual que otros, no me doblego a nadie —él se levantó de su silla y miro hacia donde mi.

— No fue una amenaza, fue una advertencia —sus feromonas comenzaron a salir, era una mezcla entre pimienta y otro aroma que no consigo percibir— mira las cosas de forma objetiva, tú estás sola, y nosotros somos una manada —mire al grupo por encima, sin darle mucha importancia.

— Puedo acabar con todos ustedes yo sola —dije segura de mi misma.

—Él se acercó a mi, mientras sus feromonas inundaban mis fosas nasales— Pareces muy segura de lo que dices —yo me levante de la silla, soltando también mis feromonas.

[Alfas] - Bakugo y tú Where stories live. Discover now