Segundo capítulo

4.5K 363 187
                                    

[Dos alfas.]

La hora de salida había llegado, y yo recogí mis cosas para al fin largarme para mi casa. Cuando iba a empezar a caminar, un cuerpo se interpuso en mi camino.

— Tenemos una conversación pendiente —Bakugo tenía su rostro cerca del mío.

—Le sonreí un poco burlona— Pues tendrás que esperar a mañana, por quiero irme a mi casa —intente apartarlo, pero él se negó a moverse.

— ¿Estas segura que quieres ir a tu casa? —preguntó, mientras sonreía de manera ladina.

Yo me le quedé viendo por un momento, para luego sonreír mostrando un poco mis colmillos.

— ¿Que propones? —pregunte, a lo que él me hizo una seña con la cabeza para que yo lo siguiera.

Lo seguí, ya que quería hacer algo divertido. Salimos del salón, y caminamos por los pasillos de la academia hasta salir por fin del lugar. Mientras caminábamos yo observaba como pasaban estudiantes de otras academias. Todo parecía muy dividido, cada uno en su bando. Nos detuvimos en una parada de tren, y esperamos a que llegara para poder subirnos al transporte.

Estaba bastante lleno, las personas rozaban un poco conmigo, y eso me incomodaba. Un tipo paso por atrás de mi, pegándome un poco con su mochila, y yo no pude evitar gruñir un poco molesta. Solté un poco de feromonas para que no se acercaran a mi, aunque era un poco estúpido hacer eso. Sentí como alguien me agarró por la cintura, y me apego a él.

Bakugo no me miraba, solo mantenía nuestros cuerpos pegados para que nadie más me rozara o tocara. Podía sentir su olor más cerca ahora.

Chocolate amargo.

Ese era el olor que no pude percibir esta mañana, por que siempre está ese toque de pimienta. Es mucha casualidad que yo normalmente también huela a chocolate, solo que no amargo, y tampoco tengo ese toque picante. Mi olor era como el chocolate mezclado con vainilla, haciendo que no oliera tan fuerte el olor a chocolate. El de Bakugo si olía muy fuerte y amargo, y eso lo hacía embriagador.

Me encanta ese toque picante.

El tren se detuvo, y al parecer esa era nuestra parada. Bakugo y yo nos bajamos del tren, y comenzamos a caminar. Nos adentramos a una urbanización muy bonita, y caminamos un poco alrededor de ella, hasta llegar a una casa. Él sacó unas llaves de su mochila, y abrió la puerta de la casa que teníamos al frente de nosotros. Me invito a pasar, y yo mire todo curiosa.

— Mis padres llegan tarde, así que tenemos tiempo de hacer lo que queramos —entiendo esa indirecta.

Vi que subió por unas escaleras al segundo piso, y un poco indecisa lo seguí. Él entró a una habitación, y yo dudé en si entrar ya que él no me había dicho nada para que lo siguiera.

— Entra —al escucharlo decir eso, me di paso a la habitación.

Estaba muy organizada, y olía a Bakugo.

Dios, me encanta su olor.

Se quitó la camisa de la escuela, dejando su torso desnudo, y yo sin disimular lo observe.

—Dejó su mochila en el suelo, y luego se tiro a la cama— Y dime, ¿que te llevó a la U.A? Es raro que alguien entre en el último año —yo me acerqué a la cama, sentándome en la orilla de esta.

— Mi otra escuela estaba lejos de casa, así que mi mamá decidió cambiarme a ultimo momento a la U.A, a mi la verdad es que me daba igual —tire mi bulto al suelo, y me acosté al lado de Bakugo.

[Alfas] - Bakugo y tú Where stories live. Discover now