Quinto capítulo

3.1K 288 122
                                    

[Frustración.]

Ya yo había llegado a mi casa. Estaba en mi habitación vistiéndome, ya que hace un rato había salido de bañarme. Tome dos camisas de mi closet, la primera era manga larga, color negra, y la otra era para ponerla por encima de la anterior. La segunda camisa era negra también y tenía una palabra escrita en ella y un tipo de carita sonriendo de color amarillo mostaza.

Me puse unas mallas negras, para después ponerme por encima el pantalón, que era negro también. Las rodillas quedaban expuestas gracias al rasgado que tenía el pantalón en ellas. Me puse una correa negra y ancha, con hoyos plateados. Y agarre unas cadenas para engancharlas en el pantalón. Por último tome unos calcetines negros, y unas tenis amarillas con un poco de blanco más otros pequeños detalles, y me las puse.

 Por último tome unos calcetines negros, y unas tenis amarillas con un poco de blanco más otros pequeños detalles, y me las puse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me mire al espejo, y procedí a "peinarme" un poco el cabello. Solo le pase un poco el cepillo para quitarle los nudos y dejarlo suelto. Mi cabello era lacio, así que no tenía mucha pelea con él. Y para sumar, era corto, así que más fácil mi trabajo de"peinarlo". Salí de mi cuarto, y baje las escaleras hasta llegar a la sala.

—Me asome un poco— Voy a salir, no me esperen despiertas —eso era lo único que iba a decir, pero mis planes nunca salen como quiero.

— ¿Que? ¿A donde? —preguntó mamá, levantándose del sofá.

—Solté aire por la boca antes de responder— A una fiesta, Ashido me invitó junto con otros —respondí, mirando a mamá.

— ¿Quien es Ashido? —preguntó Diana, igual de confundida que mamá.

— Una amiga —respondí un poco harta del asunto.

— No saldrás —hablo mi madre, provocando que la mirara.

— Creo que hace mucho pasamos esa etapa —empecé— no vine a pedir permiso, vine a notificar por suerte lo que iba a hacer —me di la vuelta para irme, pero mi mamá volvió a hablar.

— T/n, no pienso vivir igual que antes —me detuve, dándole la espalda— que sales y no sé en donde estas, llegas tarde o no llegas, no sé quienes son tus amigos, ¡no sé nada de ti! —alzó un poco la voz, sorprendiéndome un poco, pero eso ella no lo noto— no quiero seguir viviendo con angustia, así que, te voy a hablar claro —espere a que terminara— si sales por esa puerta, no quiero que regreses, las opciones están en tus manos. Pero ya yo me rindo, intenté ser paciente, pero no puedo más, así que haz lo que creas correcto —me quedé en silencio.

— Mamá... —escuche susurrar a Diana.

Yo sin decir nada, empecé a caminar. Caminaba por el pasillo hasta llegar a la puerta de mi casa. La abrí, y camine hasta estar afuera. Le di una ultima mirada a mi madre, para después cerrar la puerta sin más. No soy fácil de manipular, con ese tipo de frases no podrá romperme. Yo seguiré haciendo lo que quiera, para algo esta la vida, y no dejare que nadie me detenga.

[Alfas] - Bakugo y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora