Tercer capítulo

3.9K 323 51
                                    

[Una sola manada.]

Llegue a la parada que me tocaba para llegar a mi casa. Yo caminaba con los audífonos en mis oídos, escuchando música. Cuando llegue a mi casa, entre sin ocultar mis pasos, y cuando iba a subir hacia mi cuarto mi hermana apareció.

— T/n, la comida está... —detuvo su hablar, y comenzó a olfatear— tu olor... —se acercó más a mi— está mezclado con otro, también su olor huele a chocolate, pero este... —cerró sus ojos mientras seguía oliéndome— este es diferente, siento algo diferente en mi nariz, como si picara un poco —giré mis ojos molesta— es... muy delicioso olerlo —le gruñí al escuchar eso, y ella se alejo.

—Le mostraba mis colmillos en advertencia de que no se me volviera a acercar— Deja de molestar —le di la espalda y subí las escaleras para ir a mi cuarto.

Entre a mi habitación, y cerré la puerta atrás de mi. Me desvestí, y tire la ropa a la canasta de ropa sucia. Fui al baño que había en mi habitación, y encendí la ducha para poder darme un baño relajante. Empecé a pasarme el jabón por todo mi cuerpo, y en algunas áreas ardía. Mire mi pie, en donde había una mordida de uno de los lobos de esta mañana. Gruñí al recordar eso.

Malditos.

Cuando termine de ducharme, agarre la toalla para secarme y salir de la bañera. Me mire en el espejo del baño, y pude ver la marca que me había dejado Bakugo en mi cuello. Bueno, eran como tres marcas, dos chupetones, y la mordida que me dio. Pase mis dedos por esa área, y sentí como mis pelos se erizaron al recordar lo que habíamos hecho.

Fui a mi armario para buscar algo para ponerme. Tome una camisa larga y ancha, y una ropa interior. Salí de la habitación para buscar algo de comer. Cuando llegue a la cocina, me serví un poco de lo que mi madre había cocinado.

— ¿Donde estabas? —preguntó mi madre al llegar a la cocina, parándose a mi lado.

— Ya te dije, salí con una chica que conocí hoy —busque agua para tomar mientras comía.

— Sabes muy bien que yo no creo eso —me encogí de hombros.

— Si tú no me quieres creer, eso ya no es mi problema —me senté en la mesa, para empezar a comer.

— Esa marca, me imagino que te la hizo tu amiga, ¿no? —dijo con sarcasmo.

— Si, es muy cariñosa —seguí la absurda conversación.

—Mi madre suspiro, y se sentó en una de las sillas cerca de mi— T/n, quiero que confíes en mi —ya empezamos— sabes como termino todo la última vez por no hablar de lo que estaba pasando —apreté mi mandíbula al escuchar eso— yo jamás te juzgare, no pienses que todos te van a hacer daño, por que eso no es así —intento agarrar mi mano, pero yo la aparte.

— Ahórrate el discurso de madre comprensiva, es tarde para eso —ella apretó sus labios e hizo una pequeña mueca que demostraba tristeza.

— Cuando estes lista para hablar, siempre estaré disponible para ti —se levantó de la silla— solo espero que no sea demasiado tarde cuando decidas hacerlo —se fue del comedor, dejándome sola.

"Que asco"

Cuando termine de comer, me levante para lavar el plato y el tenedor que utilice. Subí a mi habitación, y cerré la puerta con seguro. Me tiré a la cama, y agarre mi teléfono. Ashido y yo habíamos compartido nuestros números de teléfonos, así que decidí escribirle a ella.

[Alfas] - Bakugo y tú Where stories live. Discover now