Vigésimo tercero capítulo

1.7K 175 29
                                    

[Solo ella sobrevivió.]

Pov Bakugo

Acomodaba un poco la mercancía, ya la noche había pasado, y un nuevo día había llegado para nosotros. Dejé la caja que tenía en mis manos a un lado, y entre a la casa para ir a la cocina. Abrí la puerta de la nevera, y saqué el galón de agua para servirme en un vaso de cristal.

— Bakugo —la voz de Mina atrajo mi atención.

Mis ojos cayeron en ella, y luego solo seguí con lo que estaba haciendo.

— ¿Que sucedió con t/n? —preguntó, provocando que apretara mi mandíbula.

— No lo sé —respondí— no me dijo nada... —añadí.

Apretó sus labios, y suspiró, triste. Una puerta fue abierta, y t/n apareció en nuestro panorama de visión. Sin decir nada camino a la salida, y salió de la casa.

— Pero... —Mina seguía mirando por donde ella se había ido— ¿adonde fue? —sus ojos se posaron en mi.

Hizo el ademán de salir a buscar a t/n, pero hablé, deteniéndola.

— Va a volver —su rostro mostraba inseguridad— dejó sus cosas en la habitación —incite a que viera dentro del cuarto.

Las dos mochilas de t/n seguían ahí, así que sabía que ella volvería más tarde. Guarde el agua de nuevo en el refrigerador, y cuando me iba a ir de la cocina, Mina volvió a hablar.

— Hay que ayudarla —soltó, haciendo que mis pasos se detuvieran.

— Mina... —no me dejo terminar.

— No quiero escuchar tus excusas, esta mal, necesita que la ayudemos a pesar de que no lo diga en voz alta —se acercó a mi, llena de preocupación— te lo pido, ayúdala como me ayudaste a mi —desvíe la mirada, gruñendo bajo.

— Mina, escucha —volví a poner mis ojos sobre ella— ¿crees que no quiero hacer algo? ¿Crees que estoy bien sabiendo que no estoy haciendo una mierda? —pregunte, haciendo notar mi frustración— quiero hacer algo, pero t/n me ata las manos —Mina mordió su labio inferior con ansiedad— te pones a ti de ejemplo, pero no deberías hacerlo por qué hay una gran diferencia entre ustedes dos —la agarre por los hombros— tú aceptaste que necesitabas ayuda, y pusiste de tu parte. T/n se rehusa a dejar que la ayuden, y si ella no se ayuda a ella misma, por más que nos joda, nosotros no podemos hacer nada —las cejas de Mina se fruncieron, pero la expresión no era de molestia, sino que de tristeza.

Apretó sus manos en puños.

— No es justo... —dijo, bajo.

La solté, y suspire con pesar.

— Lo sé, pero la vida no es justa, y eso lo sabemos muy bien —ella dejó escapar lágrimas de sus ojos, y yo la acerqué a mi en un abrazo brusco.

Subió sus manos a mi ropa, apretando la tela de mi camisa. Kirishima apareció por el pasillo, y su rostro se entristeció al ver a Mina así. Se acercó a nosotros, y acaricio el cabello de ella.

— Imagino que estas así por t/a —sonrió, pero no mostraba felicidad.

Sollozo con fuerza, dándole una clara respuesta al pelos de mierda. Él se angustió más por eso, sabía que odiaba ver a su mejor amiga de esa manera, pero los dos sabíamos que ella siempre ha sido muy sentimental, así que cuando se pone de esa manera, lo único que nos queda por hacer era apoyarla.

[Alfas] - Bakugo y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora