Sexagésimo noveno capítulo

656 69 40
                                    

[No puedo dejarla sola otra vez.]

A estas alturas ya no tenía idea de cuánto tiempo había pasado desde que me dejaron sola. No sé si habían pasado horas o minutos, mi mente simplemente...

Dejó de funcionar.

Estaba acostada en el suelo, sintiendo como cada parte de mi cuerpo palpitaba por el dolor. Mi rostro, mi brazo derecho, mis costillas, mi abdomen, mi espalda... todo era demasiado doloroso. La sangre que goteaba de mis heridas manchaba el suelo y poco a poco un charco se creaba abajo de mí. Ya no tenía fuerza, no podía moverme, no podía hablar, no podía gritar...

No podía hacer nada.

Quería morirme, quería que el dolor y los recuerdos desaparecieran. Quería dormir y nunca despertar. Todo, cada maldito escenario que había vivido desde que llegué a este lugar se repetía en mi cabeza.

"— Mírala bien, todo esto es culpa de ella —habló cerca del oído de Diana refiriéndose a mí".

No...

"— Te di una oportunidad y lo arruinaste de nuevo —su voz se había vuelto grave y ronca— ahora es momento de pagar tu error. Este es tu segundo castigo —sentenció".

No quiero seguir oyendo su voz.

"— Yo te di la oportunidad de tener una nueva vida y no lo aprovechaste —pasó por un lado de mí— esto es solo el comienzo, el próximo será el otro bastardo —le dio la pistola a Kai y miró a Dabi y sus compañeros— saquen a la basura de aquí y limpien la sangre —mandó".

Basta...

"— T-T/n... —Diana me miraba, esperando a que yo la salvara— n-no... n-no quiero morir... —su voz se quebró al final por el llanto".

¡No! ¡No quiero seguir repitiendo esta mierda!

Los malditos recuerdos seguían dando vueltas, una y otra vez.

— Que alguien me mate... —murmuré.

No quiero... no quiero vivir con ese recuerdo.

No puedo vivir con eso.

No puedo seguir viviendo mi vida como si nada después de ver como le arrebataban esa posibilidad a mi hermana. Todo por mi culpa...

Siempre tengo que arruinar todo.

Si yo... si yo le hubiese hecho caso a Yo, él estaría vivo y Diana también. Mamá no estaría preocupada todo el tiempo y tendríamos una vida normal, pero yo tuve que echarlo todo a perder.

Merezco morir.

"Una sonrisa de lado adorno su rostro.

— Tienes razón —admitió, sorprendiéndome— pero tú ganaste este juego —agregó.

Hice una mueca, confundida.

— ¿Por qué? —pregunte.

— Porque yo caí desde el día en el que te probé por primera vez —confesó, tranquilo".

[Alfas] - Bakugo y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora