Decimoctavo capítulo

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[Hitoshi Shinso.]

No sé cuánto tiempo pasó, pero lo único que sé es que el auto se había detenido. Escuche que la puerta del conductor se abrió, y unos pasos rodeando al carro. La puerta de mi lado fue abierta, y el tipo con el cabello morado me ayudó a levantarme. Solté un quejido, y él detuvo nuestro caminar un momento en lo que yo volvía a reincorporarme. Él volvió a caminar, conmigo recargándome de su cuerpo. Por suerte no teníamos que subir escaleras, ya que su departamento estaba en un primer piso.

Abrió la puerta de su hogar, y me ayudó a entrar.

— Recárgate un momento en la pared —hablaba bajo, y sin querer darme una orden como tal.

Yo le hice caso, esperando a que cerrara la puerta del departamento con seguro. Volvió a donde mi, y me ayudó a caminar hasta el sofá. Me deje caer encima del mueble, y cerré mis ojos con fuerza. Sus pasos se alejaron del sofá, y se adentró por un pasillo. Yo no le pregunté nada, estaba intentando dar respiraciones profundas para que ese dolor se fuera. Salió del pasillo, y camino hasta la cocina, para al final volver hacia donde estaba yo.

— Toma, esto ayudará a que el dolor se vaya, son pastillas especializadas para este tipo de casos —yo lo miré con mis ojos entrecerrados, en una mano tenía las dos pastillas y en la otra tenía un vaso con agua.

Agarre el vaso con agua, y luego las pastillas. Me eche una a la boca, y tome la mitad del agua para poder tragarla. Después seguí con la segunda, haciendo el mismo procedimiento. Le devolví el vaso, y puse mi antebrazo encima de mis ojos, tenía que esperar a que las pastillas dieran efecto.

— ¿Quieres que llame a alguien para que sepa que estás bien? —pregunto, a un lado mío.

Me tardé un poco en contestar.

— Mi teléfono está en el bulto —le señale mi pequeño bulto tirado en el suelo, no me había dado cuenta de que lo había bajado del auto.

Él recogió el bulto del suelo, y lo abrió, buscando mi celular. Cuando lo encontró, me lo entrego para que pusiera la contraseña. Cuando abrí la pantalla de bloqueo, le volví a dar el teléfono.

— Ve a WhatsApp, y busca el contacto que dice Hawks —indique, y él solo hacía lo que yo le decía— cuando entres a ese chat, solo di que me quedé en casa de un amigo —con ese simple mensaje Hawks estará tranquilo.

Él no dijo nada, y solo vi como tecleaba escribiendo lo que yo le había dicho. Cuando termino, dejo mi teléfono cerca de mi, y se quedó callado, mirándome por un momento.

— Hay una habitación extra, ¿quieres que te ayude a llegar a ella? —se ofreció, y yo negué con la cabeza.

Demasiada humillación por hoy.

— Estoy bien aquí... —dije, y él solo asintió.

Se dio la vuelta para irse, pero mi voz lo detuvo.

— ¿Como te llamas? —pregunte, provocando que sus ojos cayeran en mi.

Su mirada era tan difícil de descifrar, que me causaba curiosidad. Siempre tenía ese semblante serio y frío, como si no sintiera nada.

Hitoshi Shinso —respondió, acercándose un poco a mi— ¿y tú? —devolvió la pregunta.

— T/n t/a —Shinso asintió.

[Alfas] - Bakugo y tú Where stories live. Discover now