Mi otra mitad (TodorokixReader)

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Después de aquella plática decidimos no tocar por el momento el tema de mi vida amorosa, y honestamente, he decidido no pensar mas en ello.

Dejaré que las cosas fluyan, aunque en el fondo sepa la respuesta.

Pasaron en total poco mas de 40 minutos, Shoto dijo que iba a arreglar algunas cosas en mi habitación mientras que los demás le dijeron a Izuku que esperaramos a que terminaran de limpiar el edificio. Parecía ser que Aizawa-sensei los había obligado a limpiar antes de que llegará.

Mientras tanto, yo me sentía motivada así que le pedí que me ayudará a caminar. Hasta el día de hoy solo podía estar un par de minutos de pie, podía caminar al paso de una tortuga lo cual era desesperante.

En cuarenta minutos avanzamos lo suficiente como para que llegue al elevador y este dando algunas vueltas en el recibidor.

De eso a nada ...

Finalmente llegaron Katsuki y Shoto (peleando por quien llevaba la silla de ruedas, aunque en realidad era Katsuki gritando y Shoto sereno como siempre pero tomando fuertemente un extremo de la silla)

Izuku y yo solo nos volteamos a ver el uno al otro con la misma cara. Esto no va a ser nada fácil pensaba sin dudar.

-¡Ya te dije que yo la llevare maldito mitad y mitad!-

-Pero yo la quiero llevar.-

-¿Piedra, papel o tijera?- Propuse.

-¡Tu callate!- Me gritaba Bakugo.

Sólo rodé los ojos resignada, cambie la cara y como pude tomé a Shoto del brazo. Su expresión asombrada y sus mejillas ligeramente rojas me indicaban que era lo último que esperaba. -Sho-chii empujara la silla. Punto.- Ordenaba.

El simplemente asintió y me tomo de los hombros para sentarme, noté que Bakugo solo estaba que o me estrangulaba a mi, o estrangulaba a Shoto.

Después de ese pequeño drama finalmente salimos de la enfermería, a medida que íbamos en dirección a los dormitorios yo solo disfrutaba el aire fresco y puro llenar mis pulmones, el silencio, la paz.

Aunque sea momentánea...

-Es bueno estar de vuelta...- Murmuré con una sonrisa.

Volteé a ver a mis tres tontos. Izuku sonrió alegremente, Shoto y su clásica media sonrisa mientras que daba un ligero apretón a mi hombro y Katsuki que solo chasquesba la lengua y seguía en lo suyo.

Al llegar a nuestro edificio le pedí a Shoto detenerse antes de abrir la puerta.

-¿Sucede algo, te sientes mal?- Me preguntaba preocupado.

-Por eso la debí llevar yo.- Bufaba Bakugo.

-Quiero entrar por mi propio pie.- Murmuraba algo dudosa.

-¿Necesitas ayuda (T/N)-chan?- Me preguntaba Izuku.

-¡Aun lado par de idiotas!- Gritaba Bakugo mientras tomaba mi brazo y lo entrelazaba con el suyo de manera despreocupada. -Me toca.- Murmuraba de manera casi inaudible.

-¿Un poco más infantil no se podía?- Le preguntaba divertida.

-Un poco más de sarcasmo y dejo que caigas de nalgas en este momento.-

-Pero que rudeza Kacchan.-

Con cuidado por fin entramos los cuatro, las luces estaban apagadas y despues una luz fuerte y brillante nos iluminaba.