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Después de aquella mala broma por parte de Bakugo y que Todoroki casi lo matara a golpes, de alguna manera el dia siguió su rumbo normal.

Tsukiyama se encontraba lavando los platos mientras que Todoroki aún seguía en el baño, el picante en verdad había pasado factura.

Bakugo se encontraba acomodando la mesa ya que era un verdadero desastre, comida y agua tirada por doquier y una que otra silla rota. Cuando acabo, noto que su amiga aún no acababa con los platos. En completo silencio tomó la mitad de lo que faltaba y comenzó a lavarlos junto a ella.

- Entre más rápido acabes más rápido iremos a lavar la maldita ropa, si no no se va a secar y olerá a mierda.-

Ella solo esbozo una media sonrisa al escuchar aquello. - Urge, solo tengo este top y pantalón limpio.-

- Igual, y sabes que me caga tener ropa sucia acumulada.-

- Desde toda la vida...- Murmuraba con ironía la chica. Al voltear a ver al rubio notó que estaba vestido exactamente igual a ella. Con su típica playera de calavera y el pantalón de deportes.

Aquella playera fue un regalo de cumpleaños que le dio ella cuando eran mas pequeños, y cuando ella cumplió años, el le regalo el top de cuello con el mismo dibujo ese mismo año. Con el paso del tiempo se habían ido renovando sus playeras ya que los cuerpo cambian. Multiples veces habían salido vestidos coordinados, si bien a veces Tsukiyama prácticamente obligaba al chico a usarlo junto con ella habían veces en que simplemente era casualidad; el dia de hoy, al parecer fue una de ellas.

- Ya tengo que comprarte otro de esos.- Le decía tranquilamente mientras la vió por un segundo desde el rincón de su ojo.

- ¿Porque lo dices? -

- Porque desde aquí veo que te aprieta de las tetas.-

- ¡KATSUKI! - Gritaba completamente apenada la chica mientras le daba un verdaderamente fuerte golpe en la espalda. Bakugo simplemente se había echado a reir pero no dejaba de lavar los platos, sus mejillas estaban del mismo color que la mitad de su pelo y en un acto de intentar callarlo le lanzó agua.

- ¡MALDITA LÁMPARA! - Le gritaba mientras le lanzaba agua de la misma forma.

Y así, comenzó una pelea de agua. Sorprendentemente, en ese momento el quirk de la chica se activó como un cosquilleo. Al notar gotitas salir de su mano izquierda sonrió y comenzó a lanzarle chorros de agua al rubio dejándolo completamennte empapado.

- ¡Vas a hacer un cagadero aquí tonta!- Le advertía el rubio.

Ella simplemente estaba riendo al verlo intentar taparse con sus manos de los chorros de agua. Por un momento Katsuki había logrado tomarla de la cintura y con ambos brazos estrujo el cuerpo ajeno de la chica robandole la respiración por un momento.

Al parecer fingir no estaba costando nada.

-Oww que bonita pareja~ - canturreaba Kaminari.

- Bro hasta vestidos igual andan, ¡vivan los novios! - Decia Sero.

En ese momento Tsukiyama recordó a Shoto y se soltó del agarre de Bakugo, aunque el de todos modos tenía una de sus manos recargada en su espalda baja, en su desnuda espalda baja.

Era algo demasiado natural de su parte, y aunque en otros tiempos probablemente no le hubiera tomado importancia ahora tenía un novio al cual respetar. Pero también tenía que recordar que ante los ojos de su mejor amigo, ella no tenía ningún novio. No le quedo de otra mas que dejarlo pasar.

- No estes jodiendo maldito cara plana.-

- ¡Todavía que te halago! -

- ¿Que esta pasando aquí? - Preguntaba Kirishima mientras se acercaba a la escena.

- Sero esta molestando a la feliz pareja.- Le decía Kaminari

Al oir aquellas palabras los ojos de Kirishima enormecieron tres veces más de lo normal. Tsukiyama no pudo decir nada, pero por la forma en como la tenía tomada Bakugo y como ambos estaban vestidos era difícil creer lo contrario.

- ¿Feliz pareja?- Aún así cuestionaba.

- Kacchan, mejor vamos a lavar la ropa.- Interrumpía la chica mientras tomaba de la mano al oji carmín dirigiendose al elevador.

Una vez dentro de el ella lo solto de la mano, sorpresa suya cuando sintió como la tomaba de nuevo incluso con mas fierza. - Vamos a mi habitación primero y luego a la tuya.- Le decía mientras las puertas se abrían y la vuiaba hasta su habitación.

Una vez adentro le pidió que revisara si no había mas ropa sucia por ahí, a pesar de que Bakugo era demasiado perfeccionista y meticuloso era humano, y podía olvidar una que otra prenda.

La chica comenzó a buscar con la vista cualquier prenda a su alrededor pero no había nada.

Hasta que el pequeño color turquesa en la esquina de su guardarropa la tomó por sorpresa. Al acercarse notó que se trataba de no solo una blusa de ella, si no todo un cambio de ropa. Había olvidado por completo que ella siempre dejaba ropa con el. - ¿Esta limpia?-

- Pues claro que si tonta, no lo has usado. Pero metela al cesto, ha de oler a viejo y sabes que me enferma ese olor -

Sin decir nada simplemente se la arrojó.

Y así, se dirigieron a la habitación de la chica. Estaba a punto de dejar pasar al rubio en cuanto recordó el estado de su habitación.

Habían dos cosas que Bakugo Katsuki odiaba con todo su ser, bueno, tres en realidad.

La gente

Izuku

El desorden

En ese orden específico.

Inmediatamente le impidió el paso. - ¡Esperame aquí! Ya saco el cesto.-

Bakugo simplemente alzó una ceja de manera confusa. - ¿Acaso me estas impidiendo entrar a tu habitación? ¿De aquí en cuando?-

- Esta... Pues, no es exactamente prohibir. Es limitar el acceso de una manera temporal.- Balbuceaba rápidamente la chica mientras jugaba con sus dedos.

De una manera tan despreocupada, como si estuviese sujetando una bolsa de fruta puso el cesto de ropa en su hombro derecho y con su brazo libre alejó a la chica de la puerta entrando como de costumbre.

Y en cuanto vió el desorden comprendió todo.

- ¡Eres una marrana! - Le gritaba al ver la ropa tirada literalmente hasta en el techo.

En realidad, tal vez no era un gran desastre. La ropa era lo único tirado, pero para Bakugo Katsuki esto era un basurero.

- ¡TSUKIYAMA HARUHI, MARRANA DE PRIMERA! - Le gritaba.

Solo tres veces en la vida le había hablado por su segundo nombre, y cuando lo hacía significaba que Bakugo Katsuki o decía las cosas muy enserio o estaba puramente enojado.

- ¡Yo te dije! ¡Te lo advertí, te enojas porque quieres! - Le gritaba la chica mientras comenzaba a recojer la ropa y comenzaba a echarla en un cesto.

- ¡Vas a recojer tu puto cuchitril cuando termines de lavar la ropa! ¿¡Como carajos vives en la mierda!?-

- ¡Hey hey, primero, solo hay ropa y segundo, tu no me das ordenes! -

- Si yo digo que lo vas a hacer, lo vas a hacer y PUNTO. -

Tsukiyama solo rodó sus ojos y le lanzó un short a la cara en menos de segundo había caído en su cama y su cuerpo estaba inmovilizado por uno mas grande, Bakugo la había tomado ambas muñecas con una sola mano mientras que con la otra se recargaba en el colchón. - Vuelve a hacer eso y te irá mal.- Amenazaba en una voz grave y ronca.

Las mejillas de Tsukiyama ardieron al sentir el repentino tacto del rubio. - La ropa no se secará... - Recordaba la chica.

Diez minutos después, por fin salieron de la habitación con ambos cestos de ropa cargados por Bakugo.

Mi otra mitad (TodorokixReader)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant