"Werehog" por una Noche. (Sonic y tú)

🌡️#4-Vómito🌡️

(T/N) vomitó en el hueco del fregadero una tercera vez, cerrando los ojos de nuevo y dejando que un repulsivo conjunto de material en trozos escapara de su garganta y saliera de su boca. El estómago le palpitaba con un prolijo dolor sordo, en el cual sentía como las cosas se revolvían lenta y constantemente cómo en una sopa. De vez en cuando, incluso, algo dentro de ella se retorcía y le pellizcaba las entrañas, causándole también un dolor agudo.

Cuando terminó de vomitar, inhaló. Pero solo tuvo tiempo para tomar una sola bocanada de aire antes de que otra oleada de náuseas volviera a subir por su esófago.

Sus mejillas de color (C/P) claro/oscuro se hincharon con un renovado tinte verde y su cabeza volvió a inclinarse sobre el fregadero, vomitando una cuarta vez.

Sonic y Tails se mantuvieron junto a ella en esta nueva parte del proceso, con el erizo azul habiendo tomado su brazo izquierdo en algún momento y empezado a darle una especie de masaje en el esponjoso pelaje de allí, suave y amable. Por supuesto, ella era demasiado grande y alta para que él pudiera alcanzar la parte de su espalda dónde el masaje sería más efectivo, pero el toque gentil todavía la reconfortó. Cuando terminó de vomitar por cuarta vez, las toses la atacaron como una tormenta de puñetazos. Pasaron unos segundos, largos y tortuosos, y por fin estas la dejaron respirar.

"*¡Cough, Cough, Cough!* Oh, m!3rd@..." jadeó sin aliento, sintiendo su pecho como un saco de arena magullado que se hinchaba y se desinflaba forzosamente. Fue entonces que sintió ese ya mencionado pellizco en las paredes de su estómago y gimió, haciendo una mueca. "Oww..."

"Está bien, está bien. Ya pasó..." la voz de Sonic le llegó suavemente, todavía masajeando su ancho brazo.

"Mi estómago..."

"Solo respira, ¿Okey?. Respira suavemente"

Ella escupió el sabor amargo que tenía en la boca y tragó saliva, esforzándose por seguir la indicación. Las náuseas se arremolinaron por debajo de su garganta, amenazando con azotarla con otra ronda de vómito asqueroso que seguramente estaba lejos de terminar, pues la ex-eriza todavía estaba consciente de todo lo que comió hacía apenas unos minutos.

Había porquería para rato.

Y casi tuvo otra arcada tan solo con pensar en eso, pero se la aguantó.