CAP 6 VERGONZOSO

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"Me he enamorado muchas veces y todas han sido de ti, cada vez que mi mirada encuentra la tuya y se pierde en esa profundidad temple que me enloquece ".

-¡Bájame, idiota que te sucede!

-Calma fiera, la pelea terminó hace mucho.

-Té arrepentirás de haberme traído aquí...

Liz berreó por todo el camino hasta que el imbécil que se la había echado al hombro cerró una puerta tras ellos y la bajó. La castaña ni siquiatra se tomó el tiempo para meditar, simplemente se dejó llevar por la furia que la carcomía en su interior así que sin tantos rodeos, apenas sintió que sus pies tocaron el piso, se volteó y le dio un buen rodillazo en sus partes bajas a su captor.

-¡Argh, maldición, niña!

Henry llevó sus manos a su entre pierna adolorida y se dejó caer contra el piso mientras se hacía bolita, acto que le permitió a Liz finalmente ver la luz al final del túnel. Aunque no fue precisamente luz lo que ella encontró, más bien fueron la ganas de lanzarse del primer puente que encontrara en su camino.

Liz se cubrió los labios para no gritar debido a la sorpresa que se llevó y sin más se dejó caer de rodillas a su lado para tratar de ayudarlo.

-Oye... ¿Estás bien? -Liz le dio un par de palmaditas en el hombro a lo que él aún en posición fetal negó con la cabeza.

-Acabas de terminar con mi descendencia, pequeña fiera.

Henry se quejó y Liz tuvo que aguantarse las ganas de reír, se suponía que estaba preocupada por él. No, más bien estaba furiosa con él aunque fuese su adorado y sexy bombón asesino, había llegado en el peor momento a arruinar la pelea en la que pensaba arrancarle el cabello a Sadie. Odiaba tanto que su primer encuentro hubiese sido a mitad de aquel caos, había pensado en algo más atrevido, pero bueno, era mejor que nada.

-¡Tú! ¡No debiste intervenir, ahora me echarán de aquí por nada!

Liz se puso de pie y lo apuntó con el dedo, a Henry casi se le salen los ojos por la sorpresa de escuchar aquello.

-¿Té estás oyendo? Salvé tu trasero de la humillación y además evité un conflicto mayor. Deberías estar agradecida conmigo. -Henry la miró mal para después escucharla bufar. Liz se acomodó el cabello discretamente para después cruzarse de brazos justo frente a él. Mal día para no usar un escote pronunciado.

Henry la fulminó con la mirada por un instante para después distraerse con el largo y suave de sus piernas perfectas bajo esa falda gris entallada. El hombre miró sus zapatos de tacón puntiagudo y fue subiendo lentamente hasta que su mirada se posó sobre su busto ligeramente levantó debido a la posición de sus brazos contra su pecho.

-¡Fiera mal agradecida!

Henry dejó de babear y enseguida se puso serio de nuevo. Esta vez para mirar fijamente al rostro de aquella chiquilla sexy y endemoniadamente loca. La condenada era bastante guapa, tanto que fue inevitable que mil escenarios perversos cruzaran por su cabeza, pero no, ella era una niña, una niña que estaba haciendo sus prácticas en la empresa y que casi mata a su asistente. Eso solo significa una cosa, la fiera era peligrosamente sensual.

-Maldición... -Henry sacudió la cabeza para borrar aquellos pensamientos. No era momento para pensar con la cabeza entre sus piernas.

-Solo defendía a mi mejor amiga de esa bruja mal intencionada. ¿A caso nadie nota que es una vil mentirosa? Provocó el accidente de Nat allá abajo y además le derramó la copa de vino en la fiesta del pasado sábado. ¿Qué esperarán? ¿Que la lance por las escaleras accidentalmente? Es una demente, envidiosa y... y... y... Tú entiendes.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Where stories live. Discover now