CAP 29 ÚLTIMO BESO

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"Tus ojos son dos magos pensativos, dos esfinges que viven en la sombra, dos enigmas muy bellos. Pero hay algo más bello aún: tu boca".

-Por favor, déjeme llevarla a casa...

Chad fue tras la hermosa, candente y muy furiosa mujer que comenzó a caminar por la acera a paso apresurado mientras intentaba alejarse de él. El rubio se sacudió los pétalos que quedaron enredados en su saco y en su peinado para luego apresurarse y alcanzarla. Rachel estaba fingiendo que nadie le hablaba mientras refunfuñaba entre dientes. Se veía algo, más bien ligeramente enojada.

-Deje de seguirme o llamaré a la policía...

Rachel le gritó exasperada, pero él la alcanzó enseguida comenzando a caminar hombro con hombro a su lado. Ella lo estaba ignorando de forma monumental y eso lo estaba matando. Nunca ninguna mujer en su pasado lo había tratado como si fuese la peste sin siquiera al menos haberle conocido un poquitín, ella no estaba ni una pizca interesada en saber sobre él y eso era notorio.

-Por favor, ya está anocheciendo, podría ser muy peligroso...

Chad insistió con una cara de bobo que la hizo detenerse abruptamente, cruzarse de brazos y encararlo con fastidio. Volver a ver ese par de ojos aceitunados tan encantadores lo hizo que él sonriera como un verdadero idiota aunque ella no lo recibió con la misma sonrisa.

-Peligroso es que un extraño con complejo de futbolista me haya interceptado fuera de mi negocio y que ahora me esté siguiendo por la calle... Eso es tan raro, tan inadecuado... ¿Además que podría ser más peligroso que el balonazo que me dio en el parque? -Ella lo miró de forma acusadora para después bufar.

-¿Jamás me perdonará por ese incidente? En verdad lo siento, e intentado disculparme muchas veces...

Chat susurró como niño regañado y muy desilusionado mientras ella negaba rotundamente con la cabeza. ¿Por qué era tan terco? Ya le había dicho que no lo perdonaría y su insistencia comenzaba a impacientarla.

-¿Le parece poco lo que me hizo? Mi pobre rodilla amaneció muy hinchada esta mañana... Solo mire lo que causó...

Ranchel se quejó y levantó solo un poco la tela de su falda para mostrarle, rodando enseguida sus ojos cuando el muy sin vergüenza elevó ambas cejas en señal de sorpresa. ¿A caso nunca había visto la pierna de una mujer? Era un pervertido igual que todos lo que se acercaban a ella.

-Yo veo una pierna muy saludable... Bastante sexy si me lo pregunta. -Chat sonrió y ella soltó la tela de su falda de mala gana para cubrirse.

-Ash... Rodilla, era mi rodilla lo que tenía que mirar... Es un cochino... Solo váyase por dónde vino y déjeme tranquila...

Ella lo miró mal antes de girar y continuar con su camino mientras Chad la veía irse con un rostro bastante inconforme. Nada de lo que estaba haciendo estaba funcionando, lo mejor sería seguirla en el auto para asegurarse de que llegara sana y salva a su destino. No quería perderla mucho antes de siquiera tenerla a su lado.

-¿Cochino yo? Ja... Soy el hombre más caballeroso de toda la ciudad.

Chad soltó evidentemente indignado. Elevó su mano para hacerle una seña a su chofer mientras la veía alejarse cada vez más con ese contoneo sensual y muy provocativo de caderas que tanto le encantaba mirar. Aquella dama tan exquisita, tan dura e indomable, era toda una mujer, en toda la extensión de la palabra.

-¡Charlie, sigue a mi pequeña mariposa!

Chad se subió en la parte trasera del auto mientras su chofer aceleraba a una velocidad prudente para enseguida alcanzar a la pelinegra. El coche se orilló a su lado de la acera y ella enseguida rodó los ojos al percibir que un vehículo con vidrios polarizados iba avanzando junto a ella según los pasos que daba. ¿Qué mal le había hecho a la vida para que la castigaran de esa forma? Lo último que le faltaba era conocer a un loco millonario con actitud de mafioso. ¿No tenía nada mejor que hacer?

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Where stories live. Discover now