CAP 49 ACÉPTALO

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"Déjame amarte, yo cambiaré tus miedos por felicidad, tus debilidades por fortalezas y tu tristeza por sonrisas".

Especial tía Rachel y tío Chad.

-¿Hola? ¿Qué pasa, amor? Si, si, si, lo sé, hace unos minutos recibí un mensaje de ella... Si, no te preocupes, mi cielo. Ya me estoy levantando de la cama para arreglarme, si, si me pondré muy guapa... Dios, si cariño, me pondré ese vestido... Confía en mi, amor.

Rachel sonrió divertida mientras atendía aquella llamada desde la comodidad de su camita, mientras un par de ojos iracundos y cargados de confusión la observaban con mucha incertidumbre y curiosidad mezclada desde la diminuta rendijita de la puerta. Si, si, ya sabía que estaba mal escuchar conversaciones ajenas, pero no había podido evitarlo. ¿Con quién estaba hablando? ¿A quién le decía amor y mi cielo con tanto cariño? Chad gruñó en su sitio y enseguida se cruzó de brazos mientras trataba de esconderse para que no lo descubrieran. Quería muchas explicaciones, eran apenas las 9 de la mañana.

-Claro, pediré algo para que almorcemos... ¿Chad? ¿Qué hay con el?

Rachel frunció el ceño, miró la puerta entre abierta de su dormitorio y bajó la voz, seguro el chismocito de su niñero sexy estaba escuchando. El australiano enseguida abrió sus ojos con sorpresa al escuchar su nombre y paró las orejas para escuchar mejor. ¿Ajá que había con él?

-Lo sé, si, lo sé mi vida... Lo mandaré a casa un par de horas, si, no quiero que ande por ahí rondando y escuchando conversaciones privadas... ¡No! Claro que no, amor... Ashhh si, si, me portaré bien con él, pero lo mandaré lejos, se quedará en la cocina o encerrado en el baño... Si, si, yo me quedaré arriba en mi habitación o en la sala de estar... No, no está tan desordenada, le pediré a Chad que me ayude a recoger, ajam, si, eso... Bien, ok... ¿Ya más tranquila? Bueno...

Rachel rodó los ojos y refunfuñó mientras la indignación de Chad se hacía mucho más grande. ¿Se iba deshacer de él para quedarse sola con quien sabe quién? En sus sueños. Además ¿que? ¿Lo pondría de mozo para que todo estuviese perfecto para un completo desconocido? Claro que no, la mujer había perdido la cabeza.

-Yo también te amo, mi vida... Nos vemos más tarde, besitos. -Rachel se despidió y finalmente colgó la llamada. Sonrió muy feliz por la visita que tendría en una hora para después sentarse sobre la cama y estirarse un poco. Tenía poco tiempo para arreglase.

-Aún no puedes andar por ahí caminando o sobre esforzándote...

Un fantasmal Chad apareció de repente en su habitación causándole un susto de muerte en el que casi pega un gritote de terror, pero alcanzó a llevarse las manos al pecho y fruncir el ceño para mirarlo mal.

-Ashhhh, deja de aparecerte así de la nada... -Rachel se peinó el cabello detrás de las orejas para después bufar.

-¿Hablabas por teléfono? -Chad preguntó a brazos cruzados.

-Si... Tendré una agradable visita dentro de una hora... Así que agradecería mucho si me ayudas llevándome al baño para que pueda prepararme. Después podrás tomarte unas horas libres... Puedes ir a tu casa y volver en un rato o ir por ahí... -Rachel fue muy directa y a Chad casi se le cae la mandíbula por el descaro. ¿Lo estaba echando?

-No gracias, prefiero quedarme aquí, cerca, por si necesita mi ayuda. -Chad le respondió estoico mientras Rachel se encogía de hombros. Hmmm, ya que hiciera lo que quisiera. Era un bipolar, igual a ella.

-Ashhh, como quieras... -Rachel se cruzó de brazos y esperó a que un muy indiferente Chad la levantara entre sus brazos tensos y la llevara hasta el baño. Esa rutina ya se había vuelto muy común entre ellos, ella se aseaba y Chad la esperaba afuera.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora