CAP 69 MERECIDO

352 29 25
                                    

"Nunca has sido, eres ni serás una opción. Siempre serás para mi una prioridad".

-Chicos... La tía Rachel no está arriba. Creo que se fue.

Liz les dijo preocupada, provocando que una inmensa angustia invadiera el pecho de la pelirroja.

-¿Qué? ¡Cómo que se fue, pero a dónde!

Nat se apartó de todos y trató de apresurarse para ir tras su tía, pero tanto Liz como Steve le impidieron dar un paso más. Estaba demasiado nerviosa y no había parado de llorar desde la discusión que se había dado durante la cena.

-Hormiguita, respira un poco, seguramente salió a tomar un poco de aire. La tía Rachel ha estado pasándola muy mal... Con lo de su tobillo, el incendio, la pérdida de la casa, la situación con el torpe de Chad y lo de su... Ya sabes que, el embarazo... -Liz le susurró a Nat al oído después de abrazarla fuerte para que se calmara, la noche no había hecho más que empeorar.

-Por favor, déjenme ir... Tenemos que ir a buscarla, son más de las 10 de la noche, está nevando y después de todo lo que nos ha pasado la calle puede ser muy peligrosa. Podría sucederle algo muy malo. Por favor... Necesito salir... -Nat le suplicó a la castaña.

-Hormiguita...

Liz le dijo en súplica, entendía su preocupación. Ella también temía que algo le pasara a la pelinegra, quien seguramente estaba igual de afectada. Las calles de Nueva York ya no eran tan seguras como hace unos años, menos para una mujer guapa que andaba por ahí, caminando sola a mitad de la noche.

-Lo haremos, preciosa, pero primero trata de tranquilizarte. Estás muy alterada.

Steve se acercó, recibiendo a la pelirroja rápidamente entre sus brazos. Liz la miró muy preocupada para después ir a los brazos de Henry, quien se había mantenido en silencio hasta el momento. Tanta información no detallada lo tenía muy confundido, aún así trataba de seguir el hilo de todo lo que las chicas estaban hablando.

-Seguramente fue a la florería, ella debe estar ahí, no hay otro lugar donde pueda ir, no tenemos más familia en la ciudad, solo nos tenemos a nosotras... Tengo que ir con ella, necesito explicarle, necesito decirle y aclararle que jamás quise herir sus sentimientos, mucho menos deseaba que pensara que no confió en ella, o que no me importa... No quería romper su corazón, amor.

Nat le dijo entre sollozos cargados de mucha tristeza y culpa mezcladas. Se sentía terriblemente mal. Su tía significaba mucho para ella y entendía el que le hubiese dolido que ella no hubiese tenido el valor de sincerarse para contarle lo que estaba pasando con su jefe, o lo que estaba sintiendo, dejándose llevar también por los prejuicios de que su tía Rachel pudiese enojarse mucho con ella o que de alguna manera se sintiese decepcionada.

Vivía bajo su mismo techo, su tía se había hecho cargo de ella desde muy pequeña, había corrido con sus gastos, se había hecho cargo de su educación, de su crianza, de absolutamente todo lo que estuviese relacionado con ella. Rachel era más que su tía, era su mejor amiga, era como una madre para ella y su error quizá siempre había sido quedarse callada para no preocuparla, para no hacerla pasar por mas situaciones que pudiesen angustiarla o causarle un disgusto. Su mayor error había sido confiar en todo el mundo primero, antes que confirmar en la persona que más amaba, por miedo a cómo pudiese reaccionar o simplemente por pena.

Ahí estaba el resultado.

-De acuerdo, iremos por ella, amor, aclararemos esto. Sólo promete que intentarás estar tranquila. No quiero que enfermes.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Where stories live. Discover now