CAP 9 ONE AND ONLY

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"No sé si existe la felicidad completa, pero yo soy completamente feliz estando a tu lado".

-¿Estás listas Chiqui? Es hora de irnos, se terminó la jornada.

Taylor se asomó al cubículo de Nat quien ya se encontraba guardando todas sus cosas. El castaño la ayudó a ponerse su saquito y juntos comenzaron a caminar hasta el elevador. La pelirroja no había visto al hombre que le quitaba el sueño desde que se había esfumado para atender una importante junta y no sabía si debía esperarlo abajo, en su oficina o en el estacionamiento. No sabía nada y quizá era muy probable que él no estuviese a tiempo para llevarla. Lo entendía, después de todo el trabajo era su prioridad.

-¿Haz sabido algo de Tessa? -Nat le sacó un poco de plática mientras bajaban.

-Nada, es como si la tierra se la hubiese tragado. -Taylor hizo una mueca graciosa.

-Le enviaré un mensaje más tarde, tal vez le interesa ir a la florería de mi tía Rachel a ayudar. Es mejor que estar vagando en casa.

Nat se encogió de hombros y Taylor no dudó en abrazarlas por lo hombros cuando las puertas del elevador sonaron. Habían llegado a la planeta baja.

-Hablas mucho de tu tía Rachel, me encantaría conocerla. Suena a que es una mujer maravillosa. -Taylor le dijo y Nat sonrió divertida antes de asentir con la cabeza.

-Si, es mi persona favorita. -Nat sonrió con cariño al pensar en su tía. Taylor no dijo más y juntos caminaron hasta el checador para marcar su hora de salida.

-¿Quieres que te acompañe a tomar un taxi? -Teylor se ofreció mientras ambos caminaban juntos para ablandar el enorme y lujoso edificio, pero Nat negó con la cabeza.

-No, está bien, primero quiero llamarle a la tía Rachel para decirle que ya salí. Estaré bien. -Nat le regaló una sonrisa amistad, Taylor asintió sin insistir más.

-De acuerdo, ten mucho cuidado. Te veo mañana Chiqui.

Taylor le dio un beso tronado en la mejilla que la hizo reír para después alejarse de ella y comenzar a caminar por la acera. Nat lo vio desaparecer entre la gente que transitaba esa tarde para después sacar su celular. No tenía ninguna notificación. Estaba segura de que tanto su tía como Liz habían tenido un día de locos, era la única explicó para que ninguna la hubiese bombardeado con mensajito preocupones.

-Bueno, es hora de ir a casa...

Nat sonrió resignada y estuvo a nada de dar el primer paso para ir en busca de un taxi cuando sintió una mano robusta y cálida posarse sobre su hombro. Acto que la hizo pegar un grito de muerte que llamó la atención de algunas de las personas que estaban cerca. La pelirroja se llevó la mano al corazón y giró abruptamente para encontrarse con el culpable del enorme susto que se había llevado.

-Tranquila, lo siento, no quise asustarte. Sólo soy yo...

El Sr. Rogers espetó con culpa mientras Nat se cubría el rostro realmente avergonzada. ¿Por qué siempre tenía que hacer el ridículo cuando su gruñón adorable estaba tan cerca? Odiaba que no pudiese ser más normal.

-En verdad lo lamento... No pretendía causarte un infarto.

Steve comenzó a sentirse nervioso al no ver una reacción en ella quien solo abrió un poco sus dedos aun sobre su rostro para descubrir sus ojos y mirarlo. Se había puesto tan roja de todas partes que fue inevitable para Rogers que un intento de sonrisa se asomara en la comisura de su boca.

-No... No se disculpe, es que me tomó por sorpresa. Supuse que estaría muy ocupado y creí que ya no podría llevarme a casa. -Nat le explicó, contó hasta tres y se descubrió el rostro para mirarlo realmente apenada.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Where stories live. Discover now