CAP 30 COINCIDENCIAS

517 67 85
                                    


"Has cambiado mi vida y has dado rumbo a mi corazón. Todo es diferente desde que está aquí, volviéndome loco".

-Ya no puedo hormiguita, me rehuso a seguir leyendo estos feos archivos. Debí abrir mi página de Only fans cuando tenía mi antiguo cuerpo de infarto, antes de comenzar a comer toda esa deliciosa pizza y postrecitos que la tía Rachel empezó a hornear. -Liz se quejó de forma dramática mientras Natalia reía divertida.

Ambas llevaban horas enclaustradas en la oficina de Emily e incluso después del almuerzo habían regresado a seguir revisando pilas y pilas de archivos. Hacía más de una hora que su jefa inmediata había bajado al departamento de ventas para reunirse con los practicantes de esa área, aunque aquella repentina reunión había sido una huida muy cobarde por parte de la rubia para no tener que estar presente en la junta fastidiosa que se estaba llevando a cabo en la oficina de presidencia.

Si... Hace poco más de 15 minutos el chismoso de Taylor les había escrito a ambas para avisarles que un muy mal humorado australiano había entrado al edificio con una cara de pocos amigos. El infierno se había desatado poco después, justo cuando Chad cruzó el elevador para ir directo a la oficina de del jefe gruñón, después de eso las puertas habían sido cerradas y de vez en cuando se escuchaban maldiciones y uno que otro gruñido furioso. Sin embargo, nadie más que Steve, Henry y Chad sabían lo que ahí dentro se estaba discutiendo.

-¿Crees que mi bombón este metido en problemas? -Liz preguntó preocupada mientras Nat la mirada algo confundida.

-¿No habías dicho anoche que ya lo habías superado? Que ya no sería más tu bombón asesino. -Nat la miró a brazos cruzados mientras Liz se encogía de hombros.

-Que te puedo decir, bebé. Soy débil, además esta mañana me envió un mensaje con mucho sticker de corazones. Obviamente lo deje en visto, pero fue lindo. Lo odio por ser tan lindo. -Liz bufó mientras Nat negaba con la cabeza.

-¿Y si simplemente dejas de hacerte la dura? Tal vez él dice la verdad y todo este tiempo lo has estado juzgando mal. Quizá Margot no es nada suyo, quizá si salieron para atender asuntos de la empresa y tú te imaginaste el resto. -Nat quiso ser positiva, pero Liz tenía muchas dudas. Hasta no ver no creer.

-No lo sé, es posible que me esté equivocando, pero no correré el riesgo. Prefiero confiar en mi instinto de loca. Si quiere redimirse tendrá que hacer más que enviar stickers de corazones. De todas formas estoy decidida a darme una oportunidad con otro chicos. Que vea que no es el único que puede fijarse en mi y que él no es el único en el que yo puedo poner mis ojos.

Liz se encogió de hombros, fingiendo mucha indiferencia aunque por dentro se moría por colgar la toalla, saltar a sus brazos y comerle la boca. Pero no, su orgullo era más poderoso. Se merecía un poco de su propio medicina, una lección, algo que lo hiciera despertar. Si realmente sentía algo por ella que lo demostrara de la forma tradicional. No secuestrándola, acosándola, haciéndola enfadar y prometiéndole cosas que eran poco contundentes.

Además no veía muy claro con su supuesta no novia, Margot.

-De acuerdo... Tu sabrás lo qué haces.

Nat rodó los ojos. Había esperado que el señor Rogers le escribiera algún mensajito bonito al encontrar el detallito que había dejado en su cajón, pero hasta ahorita no había tenido señales de vida de él. ¿La estaría evadiendo? Natalia, bajó la mirada hasta su muñeca, bajo la manga de su saquito para cubrirse y soltó un poco de aire contenido. Era mejor enfocarse en el trabajo, no quería que sus ganas de divertirse esa noche se esfumaran.

Mientras tanto del otro lado del piso una extraña y muy acalorada conversación seguía llevándose a cabo.

-Aún no puedo creerlo, ni Judas hubiese sido tan traicionero como ustedes dos. Creí que eras hermanos, amigos, socios, cómplices... Ja... ¿Creyeron que no lo sabría? ¿Pensaron que podrían ocultar la identidad de mi pequeña mariposa para siempre? -Chad los fulminó a ambos con la mirada, hizo una pausa y continuó con sus quejas.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Où les histoires vivent. Découvrez maintenant