CAP 67 TÚ QUÉ

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"Mi vida no está completa si tu no estás a mi lado, que será de mi si no te tengo".

Chad y Rachel compartieron un beso desenfrenado entre jadeos erráticos y cuando él creyó que su mujer había caído dormida entre sus brazos, lo escuchó susurrar aún sumergida entre el hueco cálido de su cuello.... Había hablado tan suave y temerosa que el rubio creyó por un instante haber estado soñando... ¿A caso se estaba quedando dormido también? La pelinegra se separó un poco de su pecho, lo suficiente como para fijar su mirada cristalina y preocupada sobre el azul de sus ojos.

-Creo que estoy embarazada.

Rachel soltó sorpresivamente en un hilo de voz tan aterciopelado que por un instante creyó que nadie más que ella había sido capaz de escuchar su propia confesión. La mujer arrugó la frente con angustia y un silencio terriblemente ensordecedor reinó en aquella habitación. Chad la miró incrédulo y fue capaz de parpadear después de varios segundos en el que su respiración se había atascado violentamente dentro de su pecho. ¿Había escuchado bien?

Lo que sucedió después fue demasiado difícil de interpretar, al menos para la afligida tía Rachel, quién seguía esperando a que el muy idiota dijera algo, lo que fuese.

Chad se humedeció los labios y sin haber dados señales de su siguiente movimiento, comenzó a reír como un jodido desquiciado mientras ella se encogía en su asiento hasta sentirse tan diminuta. La pelinegra frunció el ceño y tiró de la manta para poder cubrir la desnudes de su cuerpo mientras él tomaba asiento a su lado y se limpiaba las lagrimitas que se le habían escapado debido a las fuertes carcajadas nerviosas que habían salido de su ser.

-Demonios, amor, me pareció haberte escuchado decir que creías estar embarazada... Que tontería, no crees...

Chad le dijo entre risas consiguiendo que ella levantara la mirada y lo viese con un par de ojos filosos que lo atravesaron como dos dagas envenenadas, cosa que logró que él borrara rápidamente aquella sonrisa torpe sobre su boca. ¿No había escuchado mal?

-Espera, amor, que... -Él titubeó con mucha duda.

-No, lo que dije no fue ninguna tontería... Creo que estoy embarazada...

Rachel repitió con un pocos más de valor. Sintiendo como su corazón se apretaba dolorosamente en su interior cuando el hombre del que se sentía tan enamorada sobre reaccionó al palidecer hasta quedar blanco como una jodida hoja de papel, abrió los ojos con demasiada sorpresa y entre abrió los labios como un pez en un intento inútil de responder algo inteligente.

Habría deseado jamás haberle dicho aquello, y mucho menos haber escuchado lo que estúpidamente salió de su boca de torpe porque su corazón no hizo más que fracturarse un poco más.

-¿Qué dijiste, mariposa? ¿Embarazada? ¿Embarazada de mi? ¿Mío?

Chad tartamudeó torpemente estupefacto mientras sentía como su corazón comenzaba a martillar violentamente bajo su tórax, alterando su respiración, sus sentidos, el revoloteo en su estómago, la llamita ardiente que mantenía vivía su alma y todo su maldito mundo... Sin embargo, todo quedó atascado en su garganta como si fuese un enorme nudo, cuando el rostro de su chica se descompuso y sus ojos se cristalizaron hasta llenarse de muchas lágrimas mientras lo miraba con una profunda decepción que lo sacudió como un jodido terremoto.

Lo siguiente que el australiano sintió fue el inesperado, preciso y enfurecido golpe sobre su rostro cuando su mariposa estrelló la pequeña palma de su mano sobre su mejilla para darle una muy buena bofetada que le reinició la existencia y lo hizo ladear su cabeza con brusquedad.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Where stories live. Discover now