CAP 66 POSIBILIDAD

360 34 101
                                    

"Entre tantos errores que he cometido, tú eres el acierto más hermoso y dulce que he tenido en mi vida".

🔥Capítulo súper 18+🔥

-Hola, chicas. ¿Ya se van?

Chad entró a la florería de su mariposa tan pronto como bajó del auto, encontrándose con que las empleadas del lugar ya se estaban poniendo sus abrigos para salir al frío del exterior. Las chicas lo vieron sacudir la nieve sobre su elegante saco para después reír de forma curiosa mientras sentían un poco de lastimas por él.

-Si, Rachel nos dejó cerrar temprano hoy para no llegar a casa tan tarde debido al mal clima. ¿A caso no es la mejor jefa? -Una de las jóvenes le respondió mientras se colocaba unos guantes de cuero.

-Claro que lo es... Por cierto ¿dónde está? -Chad preguntó mientras miraba a su alrededor. No habías señales de su chica. ¿Se habría ido al supermercado sin él?

-En su oficina y no se veía muy feliz. -La otra joven le dijo mientras se aguantaba las ganas de sonreír. Chad pasó saliva e hizo una mueca graciosa que no pasó desapercibida para las chicas.

-Bueno, deséenme suerte.

Chad dijo en voz alta antes de pasar saliva y caminar en dirección a la oficina. Las jóvenes se morían por enterarse del chisme completo, pero preferían irse temprano a casa así que tomaron sus cosas y abandonaron la florería. Ya mañana le preguntarían a Rachel si se habían contentado, lo más seguro es que sí, el hombre que se cargaba como pretendiente estaba como para comercelo completito. Era todo un bombón.

-Mariposa... Ya estoy acá.

Chad asomó la cabeza a la oficina con algo de cautela mientras escondía tras su espalda la pequeña cajita que había comprado en una de las reposterías más conocidas de la ciudad. Su chica parecía estar muy concentrada con lo que estaba haciendo en su computadora o quizá sólo lo estaba ignorando. El rubio se aclaró la garganta y pasó de una buena vez, consiguiendo que ella levantara su hermosa mirada tan intimidante y se cruzara de brazos para verlo realmente mal. Quizá sólo estaba ligeramente, un poquitín enfadada.

-Te traje un delicioso postrecito, amor.

Chad le dijo con una pequeña sonrisa nerviosa para después sacar la cajita detrás suyo para mostrársela, cuando ella suavizó un poco su ceño fruncido supo que había funcionado.

Sabía que quizá estaba exagerando un poco ya que la había visto hace apenas unas cuantas horas, pero no podía ignorar más el hecho de que su mujer se veía muy hermosa esa tarde. Se rehusaba a despegar sus ojos de sus lindos ojos enfadados, o de sus deliciosos labios gorditos. Se pusiera la ropa que se pusiera, siempre conseguía verse sensual y tan elegante, luciendo de forma muy natural aquel cabello pelinegro que caía en ondas como una cascadas de chocolate sobre sus hombros. Si, definitivamente lo traía todo loquito y eso nunca le permitía concentrarse y ponerse serio.

-Son casi las 4 de la tarde, no respondiste mis llamas y me preocupé. Creí que te había pasado algo. -Fue todo lo que salió de los labios fruncidos y rojitos de su chica.

-Lo sé mariposa, no quise que te angustiaras. Es solo que debía reunirme con el par de zoquetes de Steve y Henry en la oficina. Perdí por completo la noción del tiempo, lo siento, amor.

Chad le explicó mientras avanzaba despacio para sentarse sobre el cómodo sofá a su costado. Ella giró en su silla para seguirlo con la mirada y asentir con la cabeza de forma conciliadora. No quería hacer una escena, definitivamente no.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Where stories live. Discover now