CAP 23 MARTES

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"Te amo hasta los huesos, y me muero por darte otro beso, aunque tal vez sea tiempo de que seas tú quien ahora deba conquistarme, solo un poco, no pido mucho".

¡Ahhhhhhh! ¿Qué tú qué? Pequeña ingrata, desapareciste de la oficina, no respondías mis mensajes ni las llamadas, me asusté mucho y tuve que cubrirte con Emily ¿y ahora me dices que estuviste todo este tiempo jugando a los novios con el viejito sabroso. Quiero estrangularte, hormiguita.

Liz se quejó entre diente para tratar de no llamar la atención de la tía Rachel, quien se había encerrado en su habitación para tomar una ducha tibia.

-No te quejes, tu desapareciste primero. Fui a dónde te deje esperándome y también habías desaparecido.

Nat se cruzó de brazos frente a ella. Ambas tenían demasiado que contarse.

-Mi bombón asesino me secuestró vilmente. Me cubrió los labios para que nadie me escuchará gritar y me llevó contra mi voluntad hasta el estacionamiento. Me subió al auto y me saco de ahí como un criminal. -Liz le explicó mientras Nat la miraba sin poder creerle una sola palabra.

-Mmju.... ¿Y todo eso en contra de tu voluntad? Por favor, no soy tonta, Liz. -Nat la miró mal mientras Liz rodaba los ojos.

-¿Haz visto el tamaño de ese hombre? Me agarró como muñeca de trapo y me llevó como un salvaje con él. ¿A caso no es igual de enorme que tu viejito? -Liz reprochó y Nat bufó.

-El mío jamás me llevaría contra mi voluntad. -Nat se quejó y Liz la miró con si estuviese de broma.

-¿A no? ¿A caso no te retuvo como su rehén el fin de semana pasado? Esos hombres están mal de la cabeza, hormiguita. Así que cuidado con el viejito amargado, tal vez un día te eche en su hombro como el neandertal que es y te lleve con él quien sabe dónde.

Liz se peinó el cabello tras sus orejas y Nat se sintió repentinamente muy avergonzada. El neandertal ya la había llevado en su hombro mientras huían en el parque y después le habia comido la boca como un jodido adolescente hambriento. Tal vez Liz tenía razón, sus jefes estaban muy locos.

-No le digas viejito. Además el Sr. Adams igual lo es... -Nat refunfuñó en su defensa y a Liz río.

-Henry solo tiene 37 recién cumplidos, me lleva unos 14 años, pero el tuyo queridita... Va cumplir 39 años en una semana así que oficialmente te va llevar unos 16 años. Así que tengo todo el derecho de llamarlo viejito. -Liz le dijo con un rostro bastante divertido mientras Nat fruncía el ceño y arrugaba la nariz con molestia.

-Pues aunque este viejito no deja de ser muy atractivo y buen parecido. Es un hombre muy lindo, elegante y caballeroso. Ni siquiera se le ven las cañas al contrario se conserva muy bien, Liz y no me importa que me lleve 16 años, lo amo tal y como es, con esos años de más y no imaginó mi vida junto a nadie más que no sea el Sr. Rogers. -Nat defendió su extraña postura romántica, consiguiendo que Liz riera y aceptara su buen argumento. Ambas sabían que aquel par de hombres se verían bien tuviesen la edad que tuviesen.

-Omitiste la parte más emocionaste. -Liz se mordió el labio con picardía.

-¿Cuál parte? -Nat la miró confusa.

-Pues ya sabes... Ya hemos experimentado lo que se siente estar con un chico de nuestra edad, pero te imaginas lo que sería acostarse con un hombre tan maduro y todo fuertote como ese par. No sé tú, hormiguita. Pero yo me imagino muchas cosas sucias al respecto, deben tener un verdadero monstruo entre las piernas. -Liz soltó una carcajada muy escandalosa.

-¡Shhhhhhhh! Cállate Liz, mi tía podría oírte.

Nat gruñó ante aquella locura tan pecaminosa para después sentir como sus mejillas ardían. Claro que lo había pensado, pero no pensaba decir nada al respecto, le daba mucha vergüenza.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora