CAP 71 TORTURA

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"Si volviera a nacer, desearía volver encontrarte, de la misma forma y en el mismo momento" Sí tan solo hubiésemos tenido más tiempo.

-Steve... El tío Chad se ya se ha ido, le pedí a Henry que lo acompañara... El Sr. Anthony te está superando en el pasillo. Esta noche me quedaré con ella, ve a descansar.

Liz susurró en un tono de voz lo suficientemente bajo como para no alterar más en ambiente, las formalidades se habían ido al demonio hace ya varios días así que no hubo problema cuando ella comenzó a llamarlo por su nombre. Como dada noche, el pobre castaño se encontraba sentado en un estado deplorable y muy preocupante sobre el mismo sofá de siempre mientras cuidaba y velaba por el cuerpo inconsciente de su hormiguita. Rogers tenía la mirada perdida en algún punto de la habitación mientras pensaba, se lamentaba y rogaba a su Dios por una mísera señal.

-Mi hormiguita se pondrá muy triste si despierta y te encuentra así. Te ves realmente mal. Ve a casa, yo la cuidaré bien.

Liz lo dijo con toda la franqueza del mundo, llamado finalmente la atención de su jefe gruñón. Steve se miró a sí mismo portar la misma ropa de hace tres días para después asentir con la cabeza en silencio. Levantó la cabeza con derrota y fijó sus ojos cristalinos sobre el rostro pálido y aún magullado de su pequeño desastre pelirrojo.

-Han pasado 10 días Liz. ¿Por qué no despierta? -Fue todo lo que salió de los labios de Rogers, consiguiendo que Liz también sintiera unas terribles ganas de llorar.

-Los doctores dijeron que Nat ha estado evolucionando bien y que ha respondido a cómo se esperaba a todo su tratamiento así que solo es cuestión de tiempo. Debemos ser pacientes y esperar a que su cuerpo se sienta listo para volver con nosotros. El infierno que vivió mi hormiguita no es algo que pueda superarse así de rápido, su cuerpo quedó muy lastimado y estuvo a muy poquito de dejarnos en esa sala de quirófano debido a toda la sangre que había perdido. Es un milagro que siga con nosotros así que debemos ser igual de valientes y fuertes que ella. Debemos estar unidos y aguardar.

Liz trató de levantar los ánimos de Steve, quien sólo asintió con la cabeza mientras se secaba las lágrimas que habían escurrido por sus mejillas hasta perderse en su barba abundante, se acercó a la camilla de la pelirroja para sentarse a su lado y tomó su mano fría para dejar varios besitos sobre su dorso.

-Volveré mañana por la mañana, amor. Por favor, déjame ver una vez más el brillo tan dulce y travieso de tu mirada, ese que me traía locamente enamorado de ti, preciosa.

Steve le susurró a su chica mientras Liz se contenía las ganas de sollozar. Nadie ahí la había pasado bien, había sido una completa tortura, una completa mierda se semana.

Liz apretó los ojos y trató de no pensar en todo lo que él doctor les había dicho cuando su hormiguita logró salir del quirófano. Recordarlo le erizaba la piel y le provocaba una ganas terribles de matar al tal André. Su pequeña había sido apuñalada con si hubiese sido un vil animal y el maldito bastardo que la había atacado no conforme con eso la había goleado a su completo antojo hasta noquearla y dejarla inconsciente, provocándole una contusión cerebral que casi le cuesta la vida. La pelirroja no solo tenía el rostro golpeado y el cuello contracturado sino que también tenía una significativa fractura en la muñeca derecha debido a la forma tan ruda con la que había intentado defenderse. La ceja y labios rotos y una decena de moretones, rasguños y horribles mordidas que el había dejado con saña sobre diferentes partes de su cuerpo.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora