CAP 52 HABLEMOS

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"Déjame amarte, yo cambiaré tus miedos por felicidad, tus debilidades por fortalezas y tu tristeza por sonrisas". Solo di que si.

-Tía debiste llamarme para que te ayudara un poco. Pudiste haberte lastimado el tobillo nuevamente.

Natalia refunfuñó muy en desacuerdo mientras veía a una fresca tía Rachel sentadita frente a su tocador mientras se peinaba el cabello húmedo. La muy testaruda había hecho un esfuerzo terrible para levantarse de la cama, ir hasta el baño y tomar una ducha refrescante. Incluso había sido lo suficientemente atrevida como para ir hasta su clóset y elegir su ropa interior y la batita de pijama que se le dio la gana. Ahora que el sin vergüenza australiano no estaba en su casa era libre de usar lo que quisiera.

-No quise molestarlas, amor. Quiero que pases tiempo con tu madre, hay muchas cosas que seguramente tienen que contarse. Además no fue nada, mi tobillo está excelente, yo puedo sola. -Rachel le respondió con simpleza mientras trataba de fingir muy bien el dolorcito que le estaba provocando aquella punzada en su tobillo.

-De acuerdo, pero... Hay algo que me gustaría hablar contigo, tía... -Natalia se sentó en la orilla de la cama mientras observaba a su tía ponerse algunas cremitas en su cara.

-¿Qué pasa, amor? -Rachel dejó lo que estaba haciendo y enseguida frunció el ceño cuando escuchó una fuerte carcajada femenina en la planta baja. Era su hermana.

-Mamá no tiene problema con quedarse en casa el próximo sábado, pero la verdad es que no me gustaría que se quedara solita mientras nosotras nos vamos de fiesta. -Nat comenzó a explicarle.

-Lo sé, mi cielo. Anoche estuve pensando justamente en eso y creo que podríamos darle mi pase de entrada, entiendo que Virginia cuenta conmigo, pero si mi pie no está en condiciones no podré asistir, entonces... Creo que tú madre podría ocupar mi lugar. -Rachel le dijo muy enserio, dejando a Nat muy en desacuerdo.

-¡Pero tía! No, no parece nadita. Ni creas que te dejaremos solita en la casa durante todo el fin de semana y mucho menos así, con ese tobillo. Te llevaremos a esa fiesta aunque tú pie siga enyesado. -Nat se cruzó de brazos. Esa opción no le gustaba nada.

-Dios, porque eres tan terca, amor... -Rachel rodó los ojos, tampoco estaba de ánimo para andar de fiesta o discutir con su sobrina, con nadie. Había pasado tan mala noche que solo quería estar encerrada en su habitación, recostada bajo su cobija peludita, durmiendo o llorando, pensando en cuan horrible era su vida amorosa.

-La otra opción podría ser que... -Nat titubeó, no quería decirlo, pero tenía mucha curiosidad en saber cómo reaccionaría su tía. Eso le daría alguna pista referente a sus sentimientos.

-¿Qué cosa? -Rachel la miró con cariño.

-Bueno, podríamos hablar con la Sra. Virginia y pedirle otro pase o podríamos... Pues mamá podría ir como la acompañante del tío... Es decir del Sr. Hemwworth.

Natalia soltó finalmente la bomba recibiendo como respuesta el que su hermosa tía frunciera el ceño monumentalmente y se cruzara de brazos. Su semblante tierno y amoroso había cambiado por uno verdaderamente rabioso.

-¿Qué? ¿Con tu madre? ¿Él se lo pidió, cierto? ¿Chad ya le pidió a mi hermana ir como su acompañante? Vaya... Ese no pierde el tiempo... -Rachel soltó tan seria y molesta a la vez que Nat tuvo que resistirse las ganas de sonreír. Era justamente esa reacción la que esperaba ver.

-No, por supuesto que no, tía... Aún no he hablado con mamá ni con el tío... Digo... Con el vecino sobre eso. -Natalia le explicó para después fruncir el ceño cuando volvió a escuchar la risa de su madre en la planta baja. Esta vez la tía Rachel no pudo ignorar aquel escándalo.

Lღcɑʍєитє Eиɑʍღʀɑdɑ 💕Where stories live. Discover now