CAP 38 DIRECTO

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"Solo los valientes son capaces de confesar su amor incluso si todo luce imposible y catastrófico".

El jueves finalmente había llegado después de haber tenido dos largos y catastróficos días tormentosos en las ciudad. Las calles se habían inundado y varios locales habían tenido que cerrar temporalmente debido a las fuertes lluvias. Sin embargo, el mal clima al fin le había dado un poco de calmas a los neoyorquinos.

La mañana había amanecido terriblemente húmeda, llena de hojas secas y con un cielo bastante nublado mientras que una ligera capa de llovizna aún caí sobre todo Nueva York. Era mejor que nada y la gente ya comenzaba a transitar con más normalidad por los alrededores.

-Liz, dime por favor que es una alucinación.

Natalia se preocupó mientras ambas espiaban por una de las ventana del living que daban en dirección a la calle. Ninguna le daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo en ese preciso momento.

-Estoy igual de sorprendida que tú, hormiguita. El viejito solo desaparece por varios días y después simplemente aparece tan tranquilamente frente a esta casa. -Liz apartó un poco más la cortina para mirar mejor. ¿En serio era él? Quizá lo estaban confundiendo con otro viejito sabroso.

-Júrame que tú no sabías nada, Liz. Mi tía se pondrá como loca cuando lo vea.

Nat le suplicó mientras Liz la miraba lijeramente ofendida. Se llevó una mano al pecho y bufó sin poder creer aquella ofensa a su bella persona.

-¿Por quién me tomas, hormiguita embustera? Te juro que ahora sí que no tuve nada que ver, a mi también me tomó por sorpresa ver al tío Chad allá afuera. -Liz le dijo con mucha seriedad, Nat asintió y ambas pegaron las narices nuevamente contra el cristal de la ventana. Había que ver para creer.

-Eso significa que la propiedad que la inmobiliaria le ofreció es justamente la que tenemos en frente y eso no me gusta nadita... ¿Crees que el Sr. Adams o el Sr. Rogers hayan sido cómplices o algo parecido?

Nat preguntó con el ceño fruncido. Liz soltó un poco de aire, provocando que el cristal se empañara un poco. Se quedó algo pensativa y después bufó.

-En todo caso Emily también habría sido cómplice de la venta de ese inmueble. Nosotras mismas buscamos las opciones para él y fueron rechazadas, quizá solo fue una gran coincidencia... ¡Ash! Honestamente no quiero ni pensar en que tú sugar y mi bombón tuvieron algo que ver con esta trampa, porque ahora sí que mi bombón sabrá quien soy yo. -Liz bufó, no podía creer que hubiesen sido más listilla que ella.

-Bueno, no vale la pena enojarnos con ellos... Ya está hecho y nada de lo que digamos cambiará el hecho de que el Sr. Hemsworth es nuestro nuevo vecino.

Nat trató de buscarle una explicación lógica a lo sucedido. Ya después se encargaría de interrogar a su encantador jefe gruñón. Esperaba que le dijera toda la verdad o sería él quien conociera quien era Natalia Johansson.

-¿Sabes qué es lo que más me molesta, hormiguita? -Liz preguntó algo irritada.

-Que cosa... -Nat la miró confundida. Estaba muy seria y eso era raro en Liz.

-Que Pudimos haber sacado provecho de eso, pero ese trío se nos adelantó. -La mente de tiburón de Liz se puso en marcha mientras Nat la miraba como si se hubiese vuelto loca. No tenía remedio.

-Liz, no pienses tonterías y deja ya de sacarle dinero al tío Chad o al Sr. Adams. -Nat rodó los ojos y Liz sonrió ampliamente.

-¡Atrapada, hormiguita! Nada de lo que digas cuenta si ahora también lo llamas tío Chad. -Liz se echo a reír, consiguiendo que la pelirroja bufara y terminara por cruzarse de brazos en forma de protesta.

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