I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwards

Candy Crush.

Pasó el rato, y Perrie seguía con su teléfono, no lo dejó ni un segundo, Jade no pudo evitar preguntar, y hacer una broma.

– ¿Qué haces tanto con el teléfono? ¿Pedir vidas para Candy Crush? –Bromeó Jade, pero Perrie no respondió muy bien a eso.

Prácticamente, Perrie no dijo nada sobre el comentario de Jade.

– ¿Vemos una película? –Sugirió Jade tratando de captar su atención.

– ¿Tengo cara de querer ver una película? –Contestó, siendo no muy agradable.

–Perfecto, pues ahí te quedas, me voy a la cama. –Jade se levantó, y fue directa a su habitación.

Se tiró en la cama y entonces fue ella quien jugo a Candy Crush, sin tener nada que hacer, sus ojos se cerraban poco a poco, miró el reloj, eran las nueve, no tenía hambre para comer algo, y menos para comer algo con Perrie. Así que se dispuso a quitarse la ropa para ponerse el pijama, y dormir hasta el día siguiente.

Jade se quedó en ropa interior, con la parte de arriba completamente descubierta, comenzó a buscar el pijama que había guardado en el armario.

–Oye, Jade. –Perrie entró en la habitación tocando la puerta dos veces y Jade gritó como si fueran a violarla.

– ¡FUERA DE AQUÍ! –Gritó Jade asustada tapando sus pechos.

– ¡Discúlpame! –Dijo Perrie dándose la vuelta de prisa. –No sabía que... –Perrie rio en voz baja. –Te estabas cambiando, la puerta estaba abierta.

–Me da igual que la puerta estuviese abierta. –

–He llamado antes de entrar. –Perrie miró al techo esperando. – ¿Puedo voltearme ya? –Preguntó mordiéndose el labio en la espera.

– ¡NO! –Volvió a gritar Jade mientras seguía buscando el pijama desesperada.

–Solo venía a decirte que si quiero ver una película. –Dijo, parecía amable. – ¿Compartimos chocolate? –

– ¿Tengo cara de querer ver una película contigo? –Repitió las palabras que Perrie le dijo hace unos minutos atrás.

–No lo sé, no te estoy viendo ahora mismo. –

– ¿Puedo saber porque ahora eres amable? –Dijo colocándose la parte de arriba de su pijama. –No te entiendo. –Jade se puso los pantalones, y sus zapatillas. –Puedes voltearte. –

Perrie comenzó a reír, no de una manera agradable, burlándose de Jade, Jade miró su pijama, y se encogió de hombros.

–Si te metes con mi pijama te metes conmigo. –Se cruzó de brazos, y caminó por delante de Perrie chocando su hombro con fuerza en el de ella.

–Que pintas llevas, chica. –Comentó aun riendo caminando detrás de Jade, admirando su pijama de Mickey Mouse, y sus zapatillas.

Perrie fue a la cocina abriendo la despensa, y cogió una tableta de chocolate, y un poco de pan. Jade ya estaba sentada en el sofá, acomodada como en su propia casa. Perrie se sentó a su lado, pero no lo suficientemente cerca como para hacer un contacto amistoso. Había suficiente distancia como para que Perrie pudiese soportar a Jade, y Jade pudiese soportar a Perrie.

Perrie rompió un trozo de chocolate, y le entregó a Jade con la mirada fijada en la televisión.

–Gracias. –Dijo amable, con una sonrisa entre los dientes, mordió el chocolate y lo saboreo como si fuese la última vez que fuese a comerlo. – ¡¡OH!! Amo el chocolate. –Gimió tratando de no abrir mucho la boca, y que no le callera la baba, como muchas veces le pasaba.