¿Dónde están mis bragas?

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Pov. Perrie:

–Lo mejor fue la pelea de huevos, y ver a Jade corriendo por todo el salón, escapando de mi –, sonreí, recordándolo –Inolvidable, sin duda.

–Una historia un poco trágica pero divertida –. Sonrió Jesy conmigo, después se llevó la taza de café a la boca. –Pero aquí no hemos venido a hablar de huevos, cuéntamelo todo.

No habían pasado diez minutos desde que me había reunido con mi mejor amiga, y ya estaba tardando en acosarme a preguntas sobre mis noches con Jade entre las sabanas. Realmente no creía necesario contarle absolutamente nada, pero sería alta traición, y debía ser buena amiga, y contarle absolutamente todo, aunque, sería eso o morir asfixiada, porque me obligaría a contárselo a la fuerza. Así era Jesy.

–Simplemente pasó...

–¿Esperasteis o...? –, negué –Así que fue el primer día, es gracioso.

–¿Gracioso? –, fruncí el ceño.

–Estabais tan nerviosas, y habíais esperado tanto, me extraña que no hayáis esperado unos días más –, se llevó las manos a la boca, pensativa –¿Le dolió? ¿Cómo fue? ¡Cuéntamelo! No lo adivinaré yo sola.

–Estábamos haciendo un muñeco de nieve, y al entrar a la casa empezó como todo empieza, y acabó como todo acaba, al igual que transcurrió como siempre que follas, siempre es lo mismo, no hace falta entrar en detalles.

–Yo te soplé que Niall tiene un lunar en el culo, ¿Y tú no puedes siquiera decirme cuanto tiempo fue o algo así?

–No lo recuerdo, posiblemente treinta minutos –, pensé sonriendo, recordando aquella noche –Estaba muy nerviosa, ella, por supuesto, y no quise volver a repetir, pero fue genial y ella es perfecta.

–¿Gritaba o algo? –, se acercó, como si le estuvieses explicando acerca de un fenómeno paranormal, interesada.

–¡¿Cómo pretendes que te diga si gritó?!

–¡PUES NO LO SÉ! –, gritó, dejándome sorda por unos largos diez segundos.

–Contenía hasta los gemidos, parecía que también le daba vergüenza, su hubieses visto sus mejillas cuando... –, me reí, tapando mis labios con mis dedos.

–¿Cuándo qué Perrie?

–Ya sabes, cuando...

–¡¿CUANDO QUÉ PERRIE?! –, se puso nerviosa –¡LO DICES A MEDIAS COMO SI YO SUPIERA SIEMPRE LA ULTIMA PALABRA!

–Jesy, cuando se... cuando se corrió, ¿Es tan difícil de captar? –, resoplé –No me puedo creer que me hayas permitido decir eso en público.

–Que modesta, ¿Hubieses preferido que fuese yo quien lo dijera? –, en aquel momento, ambas empezamos a reír.

Estábamos teniendo un tipo de discursión, que nunca llegó a ser del todo, pero nuestra amistad era así, y este tipo de conversaciones eran las que me hacían amar a Jesy.

–Sé que eres mi mejor amiga, y debería contarte todo, pero fue una sensación extraña –, le expliqué –Era la primera vez que le hacía el amor a alguien, no era solo sexo, también era nuevo para mí.

–Y es genial ver como mi mejor amiga es feliz, por fin –, suspiró, mirando a su alrededor –Ahora, explícame porqué discutisteis.

–Brooke –, me encogí de hombros.

–Lo siento pequeña, se lo que te duele ese tema –, negué, diciéndole así que estaba bien –¿Se lo has contado? –Asentí.

–Ya no hay más secretos, y no los volverán a haber –, dije feliz –Fue duro, volver a tener que explicar cómo mi hermana se murió de cáncer, pero en algún momento dado de nuestras vidas, se enteraría, y prefería que fuese por mí.

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsWhere stories live. Discover now