Un hombre y un motel.

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Pov. Jade:

Mi estómago dio un vuelco, me sentí morir, no lo creía real, no era real, era ella, allí estaba, plantada de pie frente a mí, mirándome confusa y tratando de descifrar que estaba pensando en ese momento, las facciones de su rostro se relajaron en cuando estiré las comisuras de mis labios, y sonreí, pero seguía viéndola preocupada; no supe que decir, me quedé patidifusa ante su imagen, quise llorar y saltar de alegría a la misma vez que golpearla hasta dejarla desplomada en el suelo. Pero me quedé quieta, contemplándola, concienciándome de que estaba aquí de verdad, que no era una ilustración o una jugada de mi mente por todos estos días de desespero.

Perrie se volteó un segundo y miró a su hermana, quien asintió como si Perrie le hubiese dicho algo en silencio y ella lo hubiese captado enseguida, Leigh agarró la muñeca de Lauren y tiró de ella susurrándole alguna que otra cosa y se marcharon, en ese mismo instante el silencio reinó en el salón, ambas nos miramos sin saber que decir o hacer, quería caminar a ella, abrazarla, besarla hasta dejar de sentir mis labios,

Pero también quería abofetearla, quería una explicación, la necesitaba, quería gritarle hasta dejarle los tímpanos dañados, quería que por un segundo sintiese exactamente lo mismo que yo sentí todos estos días, la sensación de vacío, soledad, de la tristeza invadiendo todo tu cuerpo hasta dejarte sin fuerza, la sensación de ahogo a largos plazos, quería que comprendiese como llegué a sentirme.

Rota en mil pedazos.

Traté de calmar mi respiración inspirando profundamente y contando hasta tres, cuatro y cinco para no comenzar a descontrolarme, tampoco creía que eso fuese a pasar, no era ese tipo de persona, pero lo deseaba, lo deseaba con todas mis fuerzas, abrí la boca varias veces para nombrar cualquier palabra pero no podía, su tan sola presencia me dejaba sin aire o fuerzas para actuar de cualquier manera, ¿se suponía que yo debía hablar primero? ¿disculparme? No debía pedir explicaciones porque ella tendría que saber dármelas, el problema es que yo no era su novia, podía quererme, pero no significaba que yo fuese alguien para reclamarle nada, después de verla supe porque había tanto jaleo aquí fuera, y porque Leigh se fue con Lauren sin pensárselo dos veces.

Leigh-Anne me comprendió desde el primer día y pude imaginar que ella fue quien gritó a Perrie haciéndolo en mi honor.

–Hola, Jade –, Por fin habló. Su voz sonó tan rota que apenas pude creerlo, fueron demasiados minutos en silencio –¿Cómo estás? –.

–¿Cómo crees que estoy? –, fruncí el ceño tratando de permanecer seria y no romper en lágrimas –Desapareces durante casi una semana y me preguntas como estoy... ¿tienes acaso algún problema en la cabeza? –.

–No, pero supongo que es lo que se dice en estos casos... –.

¿"En estos casos"? ¿Me está tomando el pelo?

–Jade, puedo explicártelo todo, pero te pido por favor que mantengas las formas, y me dejes hacerlo –.

–¿A caso crees que mereces que escuche tus explicaciones? –, sentí mis ojos humedecerse, pero me obligué a mí misma a no comenzar a llorar. –¿Cuáles son tus explicaciones? Me dices que me quieres, prometes una y otra vez que no volverás a hacerme daño, perjuras todo lo que dices o prometes, estoy comenzando a cansarme, vine a estudiar y sin embargo apareces tú y haces que mi mundo se ponga patas arriba, haces de mi estancia un infierno y sin embargo lo soporto porque estoy incondicionalmente enamorada de ti, confío en ti, te escucho y perdono y no haces más que estropearlo todo, ¿es una afición? ¿con que vas a excusarte? No tienes remedio, y yo estoy cansada de las mismas disculpas –.

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsWhere stories live. Discover now