Antecedentes penales.

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Pov. Jade:

Dejé caer la fregona en el suelo salpicando todo con agua y lejía, limpiando el asqueroso vomito de aquel pequeñajo, no sabía qué olor era más fuerte, si el de los productos de limpieza o el de aquel niño. Hoy tuvimos que llegar una hora antes al trabajo, y fue un auténtico infierno, la barra estaba llena de alcohólicos a primera hora de la mañana y las personas pedían platos combinados y calientes para desayunar beicon, huevos fritos, patatas, salchichas... (algo que jamás entenderé) y en la sala Leigh-Anne y yo no dábamos a basto, a Perrie le tocó  la cocina por lo que no la vi en toda la mañana, solo alguna vez cuando iba a por algún plato o Sandwich para servirlo fuera, y estaba tan concentrada en no quemar todo que ni me miraba.

Tampoco me podía quejar; Perrie estuvo conmigo hasta el Martes que volvió mi abuelo, no hicimos mucho, ella iba y venía pero dormía conmigo, realmente amo cuando está cerca, no importa que este callada, o mirando el teléfono, hasta incluso cuando se duerme mientras vemos una película, estoy pasando tiempo con ella, eso me completa más que nada.

–Sandwich vegetal con atún... –, Perrie miraba el papel que llevaba escrito el pedido, no notó mi presencia y eso me hizo fruncir el ceño –¿Si tan vegetal es porque lleva atún? –, suspiró y dio la vuelta suspirando pesadamente, mientras que al mismo tiempo limpiaba con su brazo las gotas de sudor que caían por los laterales de su frente.

Eché un vistazo atrás, todos estaban atendidos y las comidas ya estaban servidas, cafés y postres incluidos, miré el reloj. Todavía quedaba una hora y media para salir... Era eterno.

Me metí en la cocina dando pequeños pasos en sigilo, Perrie estaba lavando platos y maldiciendo hasta a la abuela del jefe por hacerla trabajar, estaba tan graciosa con el gorro de cocinera y el delantal blanco que si no fuera porque Perrie me mataría... Le echaría una foto, con una sonrisa plantada en los morros me coloqué a su lado y comencé a lavarlos con ella, parece ser que dejó de estar de mal humor cuando me miró y elevó una pequeña sonrisa en los labios.

–¿Cansada? –, pregunté sin dejar de fregar los platos.

–Ayer me acosté a las cinco, y me he levantado a las nueve, haz tus propias conclusiones... –. Tiró un plato sobre la pila de los demás con tanta rabia que casi lo parte.

–Te eché de menos ayer... –. Hablé dejando los platos y mirándola desde el otro lado.

–¿No te cansas de mí eh...? –, Sonreí tan rápido que apenas me vio hacerlo.

–"¿alguien podría cansarse de ti?"—
Pensé para mis adentros.

Perrie pareció ignorarme, siguió limpiando platos y tuve que alejarme para hacer otra cosa, ya que no había manera de llamar su atención, la hora y media pasó bastante deprisa, Perrie y yo nos cambiamos en el vestuario de la cafetería mientras Leigh-Anne terminaba de limpiar las mesas.

–La semana que viene se estrena una nueva película, dicen que es genial o al menos el trailer lo es, ¿quieres ir conmigo a verla? –, preguntó Perrie abrochándose los pantalones.

–Claro, ¿porqué no? –

–Es una excusa para verte, los Superhéroes no te gustan, ¿pero quien dice que vamos a ver la película? –. Volteé todo mi cuerpo y comencé abrochar los botones de mi camisa lo más rápido que pude, sintiendo mis mejillas arder y tornarse a un rojo fuego.

Fui a contestar y a voltearme cuando alguien tocó la puerta dos veces, con la boca abierta preparada para contestar a la propuesta de Perrie me dirigí a la puerta tratando de evitar responder a aquel comentario.

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora