¿También hay fotos?

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Pov. Perrie:

Reproduje de nuevo todos y cada uno de los videos que Jade me envió más de tres veces cada uno. Pareció que Harry los grabó y ella me los envió de forma errónea. En ellos aparecía Jade bailando de forma provocativa, muy, muy borracha. En otros estaba con sus amigas, lo cierto es que los vídeos no eran aptos para menores de dieciocho años. Y ella tenía dieciséis. Pero no pude contener la risa. Aunque había otros archivos que, si eran directos para mí, me envió varias fotos con un tirante bajado, casi pude verle la mitad del pecho, por una parte, sentí un hormigueo en el estómago, y por otra parte no me pareció gracioso que se hiciese esas fotos. Pero era cierto que Jade cuando bebía se descontrolaba, y sus amigos no le paraban los pies. Recuerdo cuando me llamó llorando, preguntándome porque no la quería, y me sentí obligada a decirle que sí, estaba enamorada de ella.

Esperé un rato para volver a llamarla, y cuando lo hice solo había silencio al otro lado de la línea.

–Los videos son... interesantes –, empecé a reírme, pero el silencio seguía reinando en la habitación en la que ella estaba.

–Perrie, no soy así, solo estaba bailando y Harry me grabó, estaba en muy mal estado, creo que quise borrarlos y los envié.

–Entonces las fotos también son muy interesantes... pero debes aprender a usar ropa interior –, a setecientos noventa kilómetros de distancia, pude notar como se llevaba la mano a la boca, sorprendida.

–¡¿TAMBIÉN HAY FOTOS?! –, suspiró pesada –, soy un desastre.

–Bueno si te sirve de consuelo, yo también te echo de menos –, cambié radicalmente de tema, en algún momento de nuestras vidas, todos nos hemos descontrolado bebiendo alcohol. –A las ocho estaré ahí, y deberías saber que me debes un beso.

–¿Me dirás dónde y que has hecho? –.

–No, y te pedí que no insistieras, ¿recuerdas? –, alcé las cejas, como si ella pudiese verme.

Me volteé al escuchar una flema proveniente tras de mí.

–Si tiene que ver con lo que tú y yo sabemos, puedes decírmelo, no se lo voy a decir a nadie ¡Promesa de meñique!

–Lo sé, pero, uno, no tiene nada que ver con eso, dos, no puedo decírtelo, y tres, no puedo ver tu meñique para saber si vas a cumplir con tu palabra –, Se quejó en otro idioma, porque no entendí lo que dijo.

–¿Puedo ir a buscarte al aeropuerto? –, Preguntó.

–No sabes conducir, y no, llegaré a casa a las ocho en punto, te lo prometo.

No tuve más remedio que terminar la llamada ahí, tampoco podía decirle a Jade que "Aún no podía contárselo" porque podría llegar a sospechar algo. Así que decidí dejar que forzase su cerebro. Jonan y yo estuvimos preparando un par de cosas más, y fuimos a comer a la ciudad. Toronto era una ciudad hermosa, no entendía porque los americanos odiaban tanto Canadá, era un país hermoso. Tanto como la zona montañosa como la ciudad, aproveché el rato que estuvimos sentados en la mesa, para hacer un par de llamadas y encargar vinos, para Jade y para mí. Prefería usar los contactos de mis abuelos a comprarlos yo misma, que no tenía ni idea.

No sabía que uso daríamos a la casa, pero quería preparar todo. Comprar toda la comida posible, aunque la mayoría debía encargarla porque no estaría aquí para comprarla un día antes de que Jade llegase. Tendría que comprar los billetes de avión, y planear cualquier cosa muy convincente para que Jade viniese sin dar muchas explicaciones. Si le decía que tenía que ver con este mismo viaje, tal vez si, o tal vez no, podría llegar a descubrir que había preparado.

Lo último que hicimos, fue cambiar la cerradura de la casa y la clave de seguridad. Le mandaría copias a mi abuela en cuando saliese de allí y también todos los códigos. Menos mal que ella decidió cargar con todos los gatos, ya que, aunque con Body Healt yo ganaba una gran cantidad, casi todo eran para las cuentas bancarias de Jesús.

Pov. Jade:

Perrie llegaba tarde. A las ocho y media aún no había llegado y desde que habíamos hablado por la mañana no había recibido noticias sobre ella. Por algún motivo llegué a pensar lo peor, pero cuando la puerta se abrió y la vi con la mochila colgada de un brazo, me lancé sobre ella, tirándola al suelo. Y casi tirando a Jesy, que trataba de avanzar.

Besé cada parte de su rostro, dejando marcas por todas partes de mi pintalabios, lo único que hizo fue reír y no quejarse de haber recibido aquel golpe. Cuando paré para tomar aire de tantos besos que le había dado, Perrie me abrazó, aspiré su aroma con tanta fuerza que casi me mareé.

–Pensaba que al menos diría hola –, reía Jesy junto a Leigh.

–Lo siento mucho –, Perrie me miró con una tierna sonrisa y entonces atrapó mis labios.

Me fundí en los suyos, sus manos acariciaron mi cuello. Sujetó mis piernas y como pudo nos levantó a ambas, ignoró a las otras dos que había en la sala, y nos metió en su habitación. Lo último que escuchamos fueron sus risas, después de eso, solo eran las nuestras. A medida que pasaban los días en Nueva York, estaba más segura de cuanto la necesitaba. Sus labios bailaron sobre los míos un buen rato, perdí el sentido común cuando me invadió, sus labios eran suaves y encajaban perfectamente con los míos. No pensamos en respirar, pero nos estaba faltando el aire, y tuve que separarme de ella para poder hacerlo.

–Me he descontrolado –, se disculpó.

–Me importa muy poco tu descontrol, ¡Estás aquí! –, frunció el ceño.

–Solo han sido tres días, ¡Ni eso! –, me encogí de hombros –Tampoco puedes necesitarme tanto, ¿O sí? –Volví a besarla sin pensarlo dos veces, sentí una sonrisa crecer entre sus labios en ese mismo instante, no pude evitar hacerlo yo también.

El resto del día lo pasamos en la cama, Jesy ya se marchó cuando decidimos salir a comer algo. No cocinamos nada, comimos sobras y volvimos a la habitación, a estar abrazadas y hablar de cualquier cosa, como solíamos hacer la mayoría del tiempo que no nos estábamos besando.



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Aquí tienen el segundo capitulo de hoy, tardé mas de lo que pensaba ya que tuve que salir, pero aquí está. Espero que estén disfrutando de estos capítulos tan cortos, se acercan los mejores momentos entre Jade y Perrie, y se que lo dije muchas veces, pero no puedo esperar a que lo leáis. 

Dejen sus opiniones acerca del capítulo en los comentarios, y posiblemente... ¡Vuelva mañana con otro más! Un saludo...

-Paula 

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora