I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwards

¿Eso somos Jade y yo?

Pov. Perrie:

Leigh-Anne me perdonó demasiado deprisa, no pasó ni una hora hasta que comenzó a explicarme con calma todo lo que había pasado estos días, el no comer de Jade, y también las horas que había estado plantada frente la puerta esperando mi regreso, hoy iba a ser un día largo, aunque ya estábamos entrando en la tarde, iba a hacer lo posible por arreglarlo, pero tendría que aceptarlo si Jade decidía no perdonarme, pero no volveré a marcharme, no me importa si después de todo deja de quererme, porque yo jamás dejaré de hacerlo, y la cuidaré como mejor pueda.

Todos los días de mi vida desde que ella está a mi lado soy más consciente de que la necesito cerca, no puedo mantenerme alejada de ella, es la única persona que realmente me hace feliz.

–Deberías despertarla ya, Perrie... casi son las cinco de la tarde –. Sugirió Leigh.

–No, la dejaré dormir un par de horas más, debe descansar –, dije mirando mis pies descalzos.

–No huyas del problema, debes darle unas explicaciones –, fulminé a Lauren con la mirada, ¿Quién se creía esta tipa para decirme qué hacer con mi novia?

Espera, parad el mundo.

¿Novia? Eso somos Jade y... ¿Yo? No, no puede ser, ni siquiera sé porque he pensado eso, estoy enamorada de Jade, hasta no poder decir basta, pero, ¿eso no significa nada verdad? Quiero cuidarla siempre, ser a la única a quien besar y que tener en mente, despertar con ella cada mañana a mi lado y decirle cuanto la amo al besarla, perder el aliento por ella...

Perrie, para. No puede ser, no sé que estoy haciendo, además, tampoco sé si Jade va a perdonarme por esto, ni si quiera sé cómo explicarle lo que había pasado... ¿Cómo le explico que he estado otra vez con...? No, no quiero ni recordarlo. Me odio, soy mala persona, no debería haber hecho eso, soy tan estúpida, ojalá deje de estropearlo todo una y otra vez sin parar, jamás había amado tanto a alguien como para seguir arriesgándome a que se escurra de mis manos, debía arreglar esto.

Pero Jade debía entenderlo, soy así; no puedo alejarlo todo por ella, aunque lo deseo con todas mis fuerzas, posiblemente llegue a comprenderlo, posiblemente me siga queriendo, posiblemente sea capaz de amarme aun siendo como soy...

–Perrie, ¿puedes contestar? Te estamos hablando –. Leigh-Anne chasqueó sus dedos en toda mi cara, no escuché nada de lo que dijeron.

–¿Qué pasa? Ya he dicho que no voy a despertarla, no ha descansado y ya he sido lo suficientemente egoísta como para serlo una vez más –, contesté dándome la vuelta –Salid del sofá, estoy cansada, y quiero dormir –.

–No Perrie, no vas a dormir, vas a esperar despierta hasta que Jade salga de la habitación, le vas a explicar todo lo que has hecho, y si después de esto decide no perdonarte, te irás del apartamento, ¿entendido? –.

–Pero Leigh... –, Me cortó antes de que pudiese dar ningún tipo de explicación.

–Ya está bien, no puedes hacer esto cada dos por tres, no puedes marcharte sin más, no puedes dejar a las personas que te quieren sin descanso por miedo a que te esté pasando algo, yo conozco la historia, sé cómo funciona, pero ella –, señaló el pasillo, refiriéndose a Jade –Ella... No lo sabe, ella no tiene por qué sufrir esto, no tiene porque aguantarte, a veces me das asco, estas cosas son las que te hacen mala persona, Perrie, o cambias de una vez, o te vas a ir de aquí, porque quiero a esa niña tanto como tú la quieres, y no pienso permitir que sigas hiriéndola de esta manera, como si fuese insignificante para ti, ¿entendido? –.

Quise responder, pero pensé antes de actuar, Leigh tenía razón en todo, todo respecto a mí, pero mi intención no era dañar a Jade, era lo último en lo que pensaba, jamás lo haría intencionadamente, no... No ahora. Leigh tenía un serio problema, y era ser tan sincera cuando no debía, ya ni sabía quién de las dos hacía más daño con la labia.