Demasiado precipitado.

856 82 12
                                    

           

Pov. Perrie:

El día transcurrió con tranquilidad, Jade estaba dándose un baño mientras preparaba algo para comer, ya que era Navidad, quería hacer algo especial, pero tal y como habíamos empezado el día, nada podría mejorarlo. Jade amaba los estofados así que opte por uno de ellos, ella siempre había preferido cocinar este tipo de platos, pero quería está vez hacerlo yo, sin ella, y si huevos voladores.

Mi teléfono sonó justo cuando tenía las manos en la masa. Literalmente, claro. Ya que estaba cocinando pan, sería mejor que comerlo congelado. Me limpié las manos en el delantal y, no fue una sorpresa cuando leí el nombre de la persona la cual provenía la llamada. Con cuidado sujeté el teléfono móvil y deslicé con mi dedo meñique.

–Antes de que digas cualquier cosa, respóndeme, ¿Ha pasado? –, rodé los ojos, Jesy no se cortaba un pelo.

–Estoy bien también, el avión no se ha estrellado y hemos llegado en perfectas condiciones, gracias.

–El no recibir noticias tuyas no me preocupa, ya que es imposible a estas alturas y a tan poca distancia un accidente de avión, así que solo puede ser por una razón...

–Ya... pero verás, no es de tu incumbencia Nelson –, chasqueé los labios –Deberías de haber esperado, no sé, ¿Cuarenta y ocho horas al menos? ¡Pero no! –, me quejé, ella hizo lo mismo desde el otro lado.

–Solo necesito una respuesta, di sí o no y juro que te dejaré tranquila –. No dije nada, lo único que pude hacer fue llevarme una mano a la boca y reírme –, no puedo verte, pero sé que te estás riendo, quiero saberlo todo.

-Hablaremos cuando vuelva, ¿De acuerdo? –, alcé la vista, viendo a Jade bajar las escaleras.

–Perrie, ¡Huele bien! –, sonreí viéndola acercarse.

–¡Ahí va la desflorada! –, gritó Jesy.

–Cierra el pico Jesminda, voy a matarte.

–¿Es Jesy? –, preguntó Jade acercando el oído – ¡Hola Jesy! –, comentó animada.

–Sí, es Jesy, pero mejor saca el oído si no quieres estar presente en uno de sus comentarios obscenos –, besé su frente y se distrajo con las ollas.

–Voy a seguir presionando para que me digas de una vez lo que ha pasado, ¿Tan difícil es? –. Sentí como hacía un puchero –, vamos Pezza, soy tu mejor amiga.

Decidí alejarme unos metros para que Jade no escuchase a mi estúpida amiga insistir para saber si ya habíamos tenido relaciones sexuales.

–Se acabó, hablaremos cuando vuelva.

–¡Ni se te ocurra terminar la llamada sin responderme! –, rodé los ojos de nuevo y me alejé el teléfono de la oreja. –Por favor...

–Sí, ha pasado.

Escuché un grito a lo lejos y terminé aquella dichosa e incómoda llamada, lo único que esperaba era no recibir tampoco una llamada de mi hermana, a ella no le serviría un simple, "Si". Volví a la cocina junto a Jade, que ya había empezado a retocar la comida a su gusto.

–Oye, estaba quedando delicioso no lo estropees –, la abracé por la cintura, y besé la parte trasera de su cuello.

–Solo un poco de sal, y alguna que otra especia y... –, removió la olla –¡listo!

–Eres una manitas, pero no estará hasta que yo lo pruebe –, Jade me alcanzó la cuchara y la puso con cuidado entre mis labios.

–Quema, sopla un poco.

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora