I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwards

Atrapada.

Pov. Perrie:

Mi corazón latió con fuerza bajo mis costillas, golpeándolas e hiriéndolas al escuchar aquella conocida voz. Miré mi cuerpo de arriba abajo, viendo mis pantorrillas temblar, sintiendo una dura dificultad al intentar moverme. Jesús, la última vez hablé con él, me había marchado por días, dejando a Jade y a mi hermana solas. Aquel día Jesús me pidió que volviese al trabajo, que estuviese lista para la acción. Quería a Jesús por haberme ayudado a saber que es la libertad, por haber sido el padre que jamás tuve, pero la última vez, no pareció contento con lo que le conté. Para el, una relación amorosa es significado de debilidad, haría todo lo posible por alejarme de Jade, yo era su segunda mano. Según el, sin mí el negocio no podría continuar.

«El funcionario abrió la puerta, con una mano sobre su pistola, alerta de cualquier peligro, y con un gran temor di dos pasos hasta estar dentro de aquella sala, todo era oscuro y agrisado. Pero aquello no era importante, porque allí estaba el, sentado, con las manos atadas a la mesa de metal, su sonrisa se amplió al verme, pero no cualquier sonrisa, la suya estaba llena de malicia.

–No podía esperar la hora de verte entrar por esa puerta, adelante, toma asiento.

Sacudió su cabeza, haciendo mover sus mechones marrones que caían como una cascada sobre su frente, sus ojos seguían tan azules como siempre, pero seguían atemorizando a cualquiera que pusiese los suyos sobre ellos.

–No quiero que pienses que he venido por cortesía – Dije, sin tapujo alguno –. Quiero información que tú tienes, después de tenerla me marcharé de nuevo.

–Oh vamos Perrie, sabes que estas encantada de verme.

–Quiero saber quién es ese tal Smith, y porqué sabe toda la historia.

Jesús se inclinó para alcanzarse el bigote con los dedos y darle vueltas mientras recordaba. Mi pierna se movía arriba y abajo sin descanso, la situación me tenía de los nervios, y la tensión en el ambiente hacía todo más difícil.

–Él fue quien dio tu nombre, bueno, el de ambos.

–¿Por qué?

–¿No lo sabes? Me debía dinero, así que maté a su hermano y a su padre – Dijo como si hablásemos de lo bonito que estaba el día en California.

–Te ha salido caro – Me burlé, y aunque nerviosa, no evité sonreír –, parece que no le gustó que saliese de la cárcel antes de la fecha prevista, viene a por mí.

–No lo hará – Sonrió de nuevo, provocándome un leve escalofrió –, sabe que, si te hace algo, no solo saldrá el perdiendo.

–Lo que me importa no es que vuelva a delatarme, que hable de Body Healt es cosa tuya, solo estoy ahí por compromiso. Puede incluso matarme, pero... – Miré sus manos atadas, articulándose una y otra vez, gimió de dolor al tirar de la cadena que lo mantenía preso –, Temo por alguien.

–¿Tu hermana? – preguntó con tono irónico –, tu hermana estará bien, sabes que la tengo protegida. ¿Acaso hay alguien más?

–Sí, lo hay y no debo darte explicaciones, la etapa de narcotraficante terminó hace mucho tiempo, solo quiero apartarlo de mi camino, del camino de Jade.

–Así que su nombre es Jade – murmuró –, no puedo esperar a conocerla.

–No lo harás, ella está fuera de todo esto, por culpa de ese hijo de puta tengo que estar alerta, si le hace algo, juro que mataré a toda tu gente con mis propias manos, sin compasión.