Detrás de todo.

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Pov. Perrie:

Su expresión se mantuvo fría como el hielo, pero me estaba escuchando, y me miraba, supongo que no podía llegar a captar lo que le estaba explicando, pero pronto lo haría, y pronto se acabaría todo lo bueno que existía entre nosotras, después de una pausa lo suficientemente larga como para encontrar palabras sobre lo que le decía continué hablando;

«A mí me interesaba bastante, tener un trabajo hasta poder tener el suficiente dinero como para irme de aquella casa, para entonces Leigh y su madre ya vivían con nosotros pero no era algo que a mí me gustase por lo que no quería entrar en casa y ver como otra familia se adueñaba de la mía, a otros niños les hubiese encantado tener todo aquel dinero, esa familia pija sin necesidad de trabajar lo mismo que trabajaban otras personas, sin miedo a no tener para final de mes, eso en mi casa no pasaba porque el dinero jamás dejaba de aumentar en nuestras cuentas bancarias, pero a mí no me gustaba, lo odiaba, y siempre lo había odiado, y quería tener mi propia vida, pero no sabía las consecuencias que existían al vivir sola. Aquel hombre me mandó a hacer un par de cosas, me entregó una mochila cual tenía que llevar muy lejos, y me prohibió abrirla, al principio pensaba que era una bomba pero me dijo que me necesitaría más veces por lo que era imposible. Mi padre viajaba mucho a Los Ángeles para visitar a mis abuelos, y también viajaba a Chicago, San Francisco, Miami y otros lugares fuera de aquí por cuestiones de trabajo, y ahí era donde yo trabajaba, nuestro avión era completamente privado y el solo me dijo cuatro cosas que hacer, esconde la mochila, lleva la mochila, entrégala y coge el dinero. Y eso hice, tenía quince años y yo no sabía lo que pasaría después, al volver del viaje cumplí los cuatro pasos, fui al motel poco después y cuando el hombre revisó todo, me dio una parte de lo que había en la mochila; veinte mil dólares. »

–¿Era droga? ¿Perrie tenías droga en esa mochila? –, para ese entonces las facciones de su rostro pasaron de ser serias a algo preocupadas, pero sin embargo agaché la mirada, sin poder confirmarle que lo era. –¡Estás loca! –­Gritó.

–Eso no es todo... Jade, detrás de todo eso hay muchísimas más cosas que te dejarían de piedra...

«Me convertí en su socia, seguí ayudándolo durante meses, llevando droga de un lugar a otro sin problema y recibiendo cantidades de dinero increíbles, la mitad de dinero lo donaba a personas que lo necesitaban muchísimo más que yo, tardes eternas comprando ropas y comida a personas que carecían de ello y yo me quedaba con la parte más pequeña, con dieciséis años que tenía estaba en una de las mafias más grandes de todo el mundo. Poco después dejó de pedirme que pasara la droga, comencé a ser valiosa y a saber demasiado y eso me llevó a pensar que me matarían, pero él y yo éramos uña y carne; me pidió que buscase mulas de carga para hacerlo, niñitas ricas que venían de vacaciones a la ciudad, mi único trabajo entonces era darles un par de noches de placer, les proporcionaba una parte del dinero y jamás se negaban a hacerlo, les juraba que me iba con ellas a vivir una gran aventura fuera de los Estados Unidos, aceptaban rápidamente y me juraban amor eterno. Meses y meses pasaron y entonces fue cuando el F.B.I  se enteró de que existía una mafia de contrabandistas, llevaba meses sin aparecer por casa, y a mi padre le dio exactamente igual, pero decidí volver, hablé con mi jefe rogándole por marchar y el sin pensarlo me dio dinero y me dijo que me marchara sin preocuparme; fui consciente de donde estaba metida demasiado tarde, quise marcharme de allí, no quería seguir viviendo con aquellos hombres, era joven y no quería acabar entre rejas a tan temprana edad, tuve que escaparme con ayuda de mi jefe cuando nos enteramos de que sus hombres dijeron que si yo salía escaldada y ellos no las pagaríamos yo y mi jefe. Tuve suerte de no haber hablado de mi familia, ni de mis padres, no con nadie más que no fuese el hombre del motel, y volví a casa, entonces no volví a salir de casa una vez llegué, pude escapar gracias a Jesús, el hombre que conocí en el motel, pasé más de año y medio sin asistir a clase, no hablaba con nadie más que con Leigh-Anne y con Jesy de vez en cuando que me visitaba, solo ellas dos los supieron, me deprimí, me sentía mal, personas estaban intoxicándose por algo que yo había hecho, había hecho algo ilegal. Hasta que vinieron a buscarme, unos meses antes de cumplir la mayoría de edad la policía se personó en la puerta de mi casa y me llevaron sin dar explicaciones, dieron mi nombre y estuve cinco meses encerrada, pasando navidad y mi cumpleaños allí encerrada, al parecer mi padre les convenció de que estuve obligada a pasar toda la droga, con un poco de dinero y muchos abogados de por medio se puede hacer mucho, y pude salir, pero con antecedentes, Jesus no tuvo tanta suerte...»

Jade esperó a que siguiese hablando, pero no sabía cómo hacerlo, aun había piezas que colocar en el puzle, sentí como me faltaba el aire cuando Jade no dejó de mirarme patidifusa, quieta y respirando apenas sin hacer apenas ruido, agaché mi mirada, desviándola al suelo, y después miré el cielo, cual se tornaba a un gris oscuro avisando de la tormenta que estaba a punto de llegar, esperé un poco, esperé a que dijese algo o reaccionase a lo que le acababa de explicar.

Pocas personas sabían lo que había pasado, el porqué de ser como soy, aquello me cambió radicalmente, la separación de mis padres, el aceptar que otra familia entrase en mi vida, creer que aquel trabajo era divertido, la cárcel, todo lo malo que había vivido, todo lo que se me fue arrebatado, solo porque era una niña estúpida que no tenía ni idea de lo que era ser adulto.

Abrí la boca para acabar de explicarle, pero me quedé de piedra cuando Jade sujetó mi mano con fuerza, y volvió sus ojos a los míos, penetrándome con aquel marrón café oscuro, tomé una bocanada de aire, quise controlar mi respiración, pero sentí que me ahogaba, quería llorar, algo que jamás había podido hacer, llorar, desahogarme.

–Me fui porque... Smith sabía todo lo que había pasado, y era consciente de que le habían dado un informe completo sobre mí, pero su mirada, la expresión de su rostro al hablarme de todo lo que había hecho recordándomelo con tanto placer... –. Levanté la mirada, volviéndola al cielo de nuevo, sintiendo la primera gota caer por mi rostro –Me han encontrado, al parecer no encontraron a todos y algunos siguen en la ciudad manejando aun el negocio, y no sé qué va a pasar ahora, pero saben quién soy, donde estoy, y quien me rodea –.

–¿Te fuiste para saber quién era? –. Preguntó confusa, recapitulando todo lo que acababa de decirle.

–Me puse en contacto con aquel hombre, Jesús, el aún sigue en la cárcel y tuve que viajar para visitarlo, al parecer sigue teniéndome aprecio, pero me dijo que desde dentro no podría hacer nada, que no sabía si actuarían, que siguiese haciendo mi vida inadvertida, y que el haría todo lo que hiciese falta... –

–Entonces... ¿te están siguiendo? –. Preguntó confundida, sin soltar mi mano un solo segundo.

–¿Recuerdas la primera noche que nos vimos? –.

–Cómo olvidarlo, rompiste mis pantalones... –, comenzó a reír recordándolo. Fue la primera vez que la vi sonreír desde que me fui. 

–Bueno, ese día corría porque me encontré con el socio de Jesús y me amenazó de muerte, después de ese día, al mudarme al apartamento me dejaron tranquila, lo que no sabía era que Smith era parte de la mafia, y volviendo del trabajo estuve pensando, y pensando, entonces me fui, pero en ningún momento planeaba dejarte, jamás te dejaría sola –. Me quedé completamente seria, mirándola, como si fuese lo único que existiese en ese instante –No te dejaría porque estoy enamorada de ti, y aunque tuviese que marcharme durante meses, solo volvería por ti, eres la única que ha conseguido sacarme del tormento en el que estaba metida, cada noche que pasaba fuera era eterna, quería llamarte, o escribirte, deseaba abrazarte y besarte, tenerte conmigo... pero no podía, no podía desconcentrarme, necesitaba respuestas pero he vuelto, y te prometo que no volveré a marcharme –.





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Perdón por la espera, ya he vuelto, espero que hayan disfrutado del cap y que estén disfrutando de su fin de semana.

Espero sus comentarios y sus votos, ¡nos vemos!

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsWhere stories live. Discover now