No lo hagas tan difícil...

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Pov. Jade:

Pasó una larga y fría semana en Nueva York...

Después de aquel café, Perrie volvió a ser la misma, o tal vez la misma no; pero si volvía a ser fría conmigo. No sé si dije o hice algo mal, pero desde aquel día Perrie pasaba todas las tardes fuera, y cuando llegaba se encerraba en su habitación, sin nombrar ni una palabra, me gustaría saber si fui yo la causante, jamás lo sabré porque tampoco me habla como para saberlo, pero debe de ser por mí, porque está así desde ese mismo día.

En este momento estaba llegando a casa, Harry me trajo y me pregunto por hacer algo más;

–No Harry, hay tensión en casa, no quiero meter a nadie... –. Hablé, con toda la dulzura del mundo, para que no se sintiese mal, y menos despreciado.

Desearía que entrase conmigo, y ver una película con el mientras criticamos, lloramos, o gritamos de emoción.

–Lo entiendo, la próxima te vienes tú a mi casa, sin "Tensiones" –. Hizo las comillas, arrancó el coche, y se fue.

Entre con pánico, para no toparme con míster borde por el camino, pensaba que tenía suerte hasta que la vi en el sofá viendo la televisión, cuando escuchó la puerta cerrarse se levantó, dispuesta a marcharse a su habitación.

–No te vayas, he traído cena para las tres –. Sonreí, como si nada estuviese pasando. – ¿Te gusta la comida china? –. Sonreí, y volví a fijarme que ella intentaba hacerlo también... Pero no lo conseguía.

Trataba con todas mis fuerzas todos los días a cada hora que tenía oportunidad, para hablarle.

–No tengo hambre, me voy a mi habitación –.

Camina, abre, cierra, silencio.

Estas eran nuestras conversaciones cada día desde el desayuno, no sabía si sentirme mal, o peor, Leigh-Anne también se había enfriado conmigo, y todo se estaba volviendo distinto, difícil, y doloroso

Pov. Perrie:

¿Porque lo hacía tan difícil? ¿No podía simplemente irse a su habitación o a hacer sus cosas sin decir nada? Me moría por volver a sonreírle, por volver a mirar sus ojos durante largos minutos, diciendo palabras solo con ellos, pero Leigh tenía razón, era una persona dañina, no quería hacerle daño a Jade, lo mejor era alejarme de ella, durante todo lo que quedaba de mi vida, o de su estancia aquí.

Las tardes eran aburridas y las horas pasaban como días encerrada, veía a Jesy todas las tardes donde entonces; ella me preguntó varias veces que estaba pasando, pero no quise responderle, traté de decirle que tuve una pelea con Jade, pero entonces me caería más culpa de la que ya tengo (siendo clara, toda) y Jesy hubiese hablado con Jade para solucionarlo, entonces Jade la miraría desconcertada preguntándose de donde había sacado la milonga de la pelea, por lo que escogí no decir nada, en parte me asustaba que Jade preguntase... Pero por otra parte quería que lo hiciese, desde luego yo ya no sería capaz de volver a hablarle como antes, sé que mis razones no son suficientes como para hacerlo, pero por una vez en la vida quiero tomar una decisión que no sea por mi propio bien, esta vez por el bien de Jade, porque mientras seguíamos teniendo algo, ella estaría mal, y yo bien, porque yo no sé tratar el amor.

Aunque después de toda esta semana tenía claro que estaba enamorada de Jade hasta las cejas.

–Niall y yo vamos a cenar a tu apartamento –, Habló casi sin respirar. –Le diré a Jade de cocinar algo, esa niña cocina a la perfección –. Mi corazón resonó contra mi pecho como un tambor, si Jesy hablaba con Jade sobre lo pasado; se abriría el portal del infierno,

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora