Un sitio desconocido.

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Jade se levantó en mitad de la madrugada, ya que el dolor en su mano le estaba torturando, Jade se encontró demasiado incomoda en el sofá, abrió sus ojos tratando de ver con más claridad, con una mano, aclaró su vista, y vio a una Perrie muy dormida en la esquina del sofá, completamente apretada entre las piernas de Jade, y el final del sofá.

–Perrie. –Llamó Jade a la rubia que dormía serena en el sofá. –Despierta. –Jade se levantó quedándose recta en el sofá, apoyando solo una mano y tratando de poder abrir sus ojos del todo, miró el reloj de su muñeca. – ¿Las cinco? –Se sorprendió pensando que sería más pronto.

Perrie murmuró algo, que Jade no pudo oír, y se movía acomodándose en el sofá.

–Perrie ves a la cama. –Jade con su mano, comenzó a moverla de un lado a otro para que despertara. –Vamos, Perrie. –Jade resopló, intentando no gritar, cuando Perrie por fin abrió sus ojos.

– ¿Qué pasa tanto molestar? –Dijo cubriendo su rostro con sus manos. –Por dios, ¿Pero qué hora es? –Dijo mirando hacia ambos lados.

–Las cinco. –Jade se encogió de hombros. –Me duele la mano. –Murmuró mirando a Perrie.

–Toma otro calmante, yo que sé. –Perrie se levantó, y entró en su habitación.

Las ocho de la mañana, Jade seguía despierta, sola, y viendo la televisión, muerta de dolor, Jade apenas recordaba lo que pasó la tarde anterior, el calmante que Perrie le dio la dejo completamente drogada, Jade trató de dormir, pero le fue imposible, ya que se durmió demasiado temprano, y el calmante le hizo dormir profundamente.

– ¿Tampoco puedes dormir? –Se escuchó desde atrás.

Jade estaba en el balcón con una manta sobre sus hombros y una taza de café caliente en sus manos, se asustó al escuchar a Perrie hablar. La miró, y siendo tan fría como ella, se encogió de hombros.

–No. –Cortó la conversación volviendo a fijar su mirada a no un punto concreto asomada al balcón.

–Creo que voy a salir. –Jade volvió a mirarla, Perrie se estiraba mientras bostezaba. –A desayunar o algo. –

–Genial, pásalo bien. –

– ¿Has visitado central park? –Preguntó Perrie.

–No. –Jade volvió a darse la vuelta, evitando una sonrisa. –He estado por aquí, no he ido a ningún sitio en concreto. –

–Es un lugar hermoso, ¿Quieres ir? –Jade miró el cielo un momento, omitió una sonrisa.

–Querer, quiero. –Dijo tratando de mantener su compostura. –Supongo que Leigh me llevará algún día. –Perrie frunció el ceño, Jade sabía que Perrie la estaba invitando a ir, pero se hizo la loca por un momento.

– ¿Eso es que no quieres ir conmigo? –Dijo, tan agria como siempre.

– ¿Me estás invitando a ir contigo? –Jade se volteó simplemente para que Perrie viera como arqueaba su ceja.

–No, solo te estoy diciendo si quieres ir a ver el parque. –

–Ah, pues entonces no. –Perrie movió sus manos en el aire quejándose de algo.

– ¿En serio vas a hacerme invitarte a un parque? –Jade se encogió de hombros. –Está bien, ¿Jade quieres venir conmigo al parque? –

– ¡SI! –Jade iluminó su rostro con una sonrisa. –Iré a vestirme. –

–Te doy diez minutos para prepárate, si no me iré sola. –

–Está bien, está bien. –

Jade, entró en silencio a la habitación, donde dormía Leigh-Anne, y comenzó a arreglarse, en un tiempo record de veinte minutos, Perrie no se quejó, aunque Jade tardó más el tiempo que tenía. Jade entraba y salía de la habitación, yendo al baño, a retocarse el maquillaje, el poco maquillaje que llevaba, y entrando en la habitación, cambiándose cada dos por tres.

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsWhere stories live. Discover now