Dos direcciones.

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Pov. Perrie:

Jade y yo llegamos al mismo tiempo, bajaba del coche de Jesy cuando Jade lo hacía de el de Harry, ella no me vio bajar ya que se encontraba más adelante, así que simplemente me despedí de Jesy y comencé a caminar, Jade estaba apoyada en la ventanilla de Harry, estaba riendo de algo que le decía.

Me acerqué colocando mis manos sobre su cintura, llamando su atención, se tensó al haber aparecido de tal manera, dando un pequeño brinco y se llevó la mano al corazón, con la respiración agitada.

–Lo siento... –, dije fingiendo una sonrisa cuando Harry comenzó a mirarme –Hola, –Me incliné a ella, besando lentamente su mejilla. –Te espero arriba –­. Dije dándome media vuelta, y dándoles la espalda.

Todavía no sabía porque hice eso cuando llegaba al apartamento, realmente si Harry tuviese alguna oportunidad con Jade directamente lo habría notado por parte de Jade. Pero Harry no me daba buenas vibras, supongo que era por el modo en la que le hacía reír, como Jade lo miraba y sentía felicidad en cualquier lugar, momento o situación. Me daba miedo no poder llegar a ser como Harry para Jade, aunque ella había conseguido sacar algo de mí, volviéndome más amable y devolviéndome la sonrisa y las ganas de vivir, pero eso lo había hecho ella, ¿Yo a ella la hacía feliz? Me lo preguntaba todo el tiempo. Me sentía mal a cada segundo del día por no ser yo quien la hiciese sentir bien. No podía prometerle nada, este año tendría que estar centrada en los estudios para llegar a ser alguien, y el estar enamorada no significaba no cambiar de opinión de un día a otro. Pero no quería dañar a Jade, realmente la amo. Ser quien la bese y duerma a su lado no significa nada, porque siempre existe alguien más que podría hacer lo mismo, y yo no podía asegurar ser esa persona.

Jade era una increíble persona, que debería de estar con otra increíble persona, yo no era esa candidata. Pero lo intentaría a toda costa.

Miraba mis pies pesados caminar sobre el frio suelo de piedra, aun había charcos ya que el sol no volvió a salir desde que llovió, y de vez en cuando diluviaba un poco. Miré al cielo y entonces sentí unos brazos rodear mi cintura, reconocí ese aroma, como no hacerlo. Cerré los ojos un segundo y entonces volteé mi cuerpo, recibiendo un dulce rostro sonriendo. Estaba agachada e inclinada, abrazada a mi cintura. Acaricié su cabello y me incliné para besar su frente. Recuperó su compostura y pasé mi brazo por sus hombros, recostó su cabeza en mi hombro, abrazándome, como si hubiese estado esperándome todo el día.

–¿Te lo has pasado bien hoy pequeña? –, murmuré en su oído. Asintió.

No tardamos mucho en llegar a casa, pero en el transcurso me contó lo que hizo con Harry, lo contó con ilusión y entusiasmo. Me explicó que habían visitado un parque lejos del centro y algunas que otras tiendas de dulces, también que cenaron en una hamburguesería típica de Nueva York pero que ella jamás había oído hablar, y que tenía muchísimo más sabor a las hamburguesas de McDonald's.

–¿Tu que has hecho? –.

–He estado en casa y después he marchado con Jesy, fuimos a comprar algunas cosas para su madre y después a tomar un refresco, nada productivo, pero siempre es agradable la compañía de Jesy –. Jade asintió dejando las cosas sobre la barra que había entre medio del salón y la cocina, resoplando dos veces seguidas al ver todo el desorden que había en la casa.

–Mañana tendremos que limpiar todo, ya toca, no quiero que nos encuentren muertas entre basura... –. Comenzó a reír sola, y después yo con ella.

–Posiblemente te encontrarían a ti la primera, parecerías la bella durmiente, aunque muerta pero hermosa –. Frunció el ceño tratando de entender lo que acababa de decir. –Porque eres muy bonita, pero de todos modos no despertarías, porque yo soy tu único príncipe, y claro al igual que tu estaría muerta–, sus comisuras se elevaron dejando ver una hermosa sonrisa entre sus labios –, pero soy muy dura de pelar, seguro que me despierto solo para salvarte la vida –. Jade agachó su mirada al suelo, sujeté su mentón con mi mano e hice que volviera a mirarme, se había colorado.

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora