Parientes lejanos.

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Pov. Jade:

Perrie ayer me explicó que tenía que marcharse hoy, no me dio muchas explicaciones sobre el viaje, lo único que dijo fue que no tenía nada que ver con la droga, y que ella estaría bien, que volvería lo antes posible, y que no, no podía ir con ella de ningún modo.

–¿Puedo ir contigo al aeropuerto? –, negó, aunque casi estaba llorando porque se marchaba sin ningún tipo de explicación –¿Tampoco puedo llevarte?

–Amor, no sabes conducir –, Perrie se río de mí y aunque quise golpearla, sé que eso provocaría otra carcajada por su parte.

–¿Eso que importa? Que Niall te lleve y yo voy contigo, ¡O tu Jesy! Tu sabes conducir –, miré a Jesy que no decía nada, solo ayudaba a Perrie a meter las mochilas en el maletero del Taxi.

–Lo siento Jade, tengo cosas que hacer –, Perrie trató de acercarse para darme un beso, pero lo único que pude responder fue un empujón, media vuelta, y entrar dentro del edificio.

No me importaba donde quiera que fuese, pero necesitaba saberlo. Me dijo que saldría de la ciudad y que el domingo posiblemente estaría de vuelta por la noche, ¿Qué se suponía que iba a hacer mientras tanto? Me sentí culpable cuando tras la ventana vi a Perrie marcharse, si el avión sufría un accidente y ella moría, se habría ido sin despedirse, y yo le habría negado un beso. Pero ya era demasiado tarde, lo que más odiaba era el no saber, tanta poca información me daría que pensar y me dejaría sin dormir, parece ser que Perrie no aprendió la lección de la última vez que se marchó. El haber avisado me importaba bien poco. Y para colmo la última semana había estado distante, estaba teniendo algo entre manos, y fuese lo que fuese no me gustaba para nada.

Leigh-Anne parecía también saber poco, posiblemente un poco más que yo, pero no tanto, ya que aparte de su embarazo todo lo demás no podía callárselo. Hasta donde yo sabía, Leigh-Anne no tenía ni idea de Body Healt, por lo que no podía ser nada que tuviese que ver con la droga, y Jesy conocía todo el plan de Perrie, aun así, no me diría nada, ya podría estar apuntándola con una pistola en la sien.

El día transcurrió aburrido y lento, cuando llegué de trabajar fue raro no escuchar los ronquidos de Perrie con la televisión encendida, o su hermana gritándole por cualquier tontería. Las palabras de Leigh-Anne fueron; "Sea lo que sea, pidamos comida china y olvidemos todo". Y eso hicimos, cenamos viendo una película cualquiera. Ella atendió a la película desde principio a final, pero yo tenía la mente en dos lugares. Perrie, y la barriga de Leigh, que por cierto había crecido bastante las últimas semanas. Empecé a dudar entre si era realmente un embarazo, o que no dejaba de comer. O más bien; aspiraba. El tema apenas salía, Perrie dijo que no volveríamos a hablar sobre aquello hasta que Leigh-Anne lo dijese, y así fue, aunque tenía curiosidad por saber que había pasado con Jordan, ¿Seguía vivo?

–Tengo muchísimo sueño, ¿Dormirás conmigo o en la habitación de Perrie? –, alcé las cejas, no fue una respuesta, pero de todas formas Leigh-Anne lo interpretó bien –Que pregunta más idiota, no vives sin el olor de mi hermana, que desesperación.

–Tenía pensado repasar el libro de historia... no todos aprobamos sin estudiar como tú, ¿Vale?

–Lo siento por atender en clase y no estar enviándole mensajes a mi novia todo el tiempo, ¿De quién es la culpa? –. Alzó las cejas señalándome con las mismas.

–Cierra el pico y vete a dormir, terminaré la película e iré a hacer lo que te he dicho –.

–No mientas princesa, no creo que mi hermana mire el teléfono en toda la noche, tal vez está en argentina, ¿Quién sabe? No vale la pena quedarse despierta esperando nada, no hace falta que me digas que estarás estudiando, ambas sabemos que no pasara –.

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsDove le storie prendono vita. Scoprilo ora