Estar enfurecida tiene sus ventajas.

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Pov. Perrie:

Leigh-Anne se quedó mirando el teléfono un rato y después comenzó a leer algún que otro artículo de una de las revistas que estaban sobre la mesita del lado del sofá donde esperábamos. Decía que eran interesantes y que era importante leerlos para estar al tanto de todo lo que pasaba, pero yo los creía aburridos. Mientras que yo, miraba la puerta por la que Jade había entrado hacía ya veinte minutos, ¿estaban tardando demasiado? decidí controlar mis nervios y entrar para ver si algo pasaba, pero entonces escuché la voz de Jade alzarse varias veces, cosa que realmente me preocupó ya que hablaba con un desconocido, pero sabiendo como ella era y teniendo esa manía de gritar por cualquier tontería y después comenzar a llorar... ¿Quién la entendía? Esa niña vivía con la menstruación todos los días de su vida desde que nació.

–Perrie, intento leer ¿Puedes dejar de menear tanto la pierna? Me pones nerviosa –, Leigh colocó su mano en mi pierna haciéndome parar de golpe.

–Me estoy aburriendo, ¿Cuánto tardará esta niña en salir de allí? –, dije soltando el teléfono de mis manos.

–Si, yo también me aburro, pero no me gustan los tonos de Jade, estamos a dos metros del despacho y la estoy oyendo, ¿Cuándo habla contigo también grita tanto? –.

–Sí, también lo hace, pero como cuando está contigo os besuqueáis pues no te grita –.

–Que graciosa, conmigo también lo hace, pero no tanto... –.

–No te preocupes, no eres su madre, ni su novia, ¿O sí? –. Alzó una ceja. –Háblame Perrie, cuéntame algo que me entretenga un poco, estoy a punto de explotar –. Susurró histérica, llevándose las manos sobre la cabeza.

Luego yo era la impaciente en todo, mi hermana estaba loca.

–Cuéntame que ha sido eso que ha pasado antes de que Jade entrase al despacho –, Alzó de nuevo la ceja y una mirada fulminante que me heló completamente, ¿A que venía eso? –, sé que está pasando algo Perrie, pero no llego a comprenderlo.

–Ha sido un beso en una mejilla, al igual como cuando te doy un beso a ti –, Leigh hizo una mueca de confusión, rasqué mi cabeza buscando una respuesta.

–Hermanita, ¿será verdad eso de que le das besos a alguien que no sea a tus polvos de una noche? –. Habló graciosa –. Sé que Jade está enamorada de ti solo mirandole los ojos, y escucho vuestras conversaciones, las paredes son de papel recuerda eso princesa –. Guiñó un ojo, burlándose de mi –. Y no me esperaba verte así con alguien nunca más, ¿Cómo es posible? –.

–No lo sé, todavía no tengo claro que es lo que siento, supongo que, si estoy enamorada de ella, pero me cuesta admitírselo, y estoy muy confusa. Pero lo único que tengo claro, es que quiero estar cerca de ella todo el tiempo, incluso en el silencio, y te pido por favor que no empieces con el "Como le hagas algo" porque soy consciente de que puedo hacerle daño, y es lo último que deseo, ¿entiendes? Hago lo que puedo, y es difícil –. Los ojos de Leigh estaban abiertos, como platos.

–Bueno, solo tienes que escucharte querida, estas enamorada, y hasta las trancas, pero recuerda las consecuencias –.

–No me importan las consecuencias, ya me han quitado mucho por cometer un error, a ella no me la van a quitar –. Hablé firme, con la mano hecha en un puño.

–Pero no es cuestión de que te la quiten, es cuestión de...–, alcé una mano interrumpiéndola, para que callase de una vez, lo hizo y entonces volví de nuevo a mirar mi teléfono.

I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwardsWhere stories live. Discover now