I'm in love with a dirty | Jerrie thirlwards

Sin rumbo.

Un par de semanas después...

–No creo que vaya a poder hacer esto. –Murmuró Jade a Leigh-Anne, quien se ataba el delantal a su cintura.

–Jade, no es para tanto, solo tienes que servir. –Jade respiró profundamente, viendo como el local comenzaba a llenarse.

–Creo que me va a dar un ataque al corazón. –

–Solo sígueme, y miras como lo hago, después tú haces lo mismo en otra mesa, y lo servimos. –

Jade, y Leigh-Anne ya comenzaron a trabajar, un poco antes de lo esperado, al mes siguiente, iban a comenzar a estudiar, todo iba demasiado deprisa. Jade pasó la semana anterior muerta de miedo, por no saber hacer las cosas bien, y Perrie, bueno ella comenzaba la semana siguiente, ella no quiso adelantar nada, quería simplemente aprovechar sus últimos días de fiesta.

Jade y Perrie comenzaron a llevarse un poco mejor después de lo que pasó en el parque, pero eso no hacía que la actitud de Perrie cambiase, ella seguía siendo igual de terca en todo, seguía hablándole mal a todo el mundo, pero cuando estaba con Jade parecía calmarse, como si su presencia fuese lo único que equilibraba su mal humor.

–Papá, sácame de aquí, no quiero hacer esta mierda. –Se quejó mientras sujetaba el teléfono entre hombro y oído.

–Sabes cómo lo quiere, no puedes retractarte, si lo quieres de vuelta en tu vida más te vale comportarte. –Perrie hizo un chasquido con sus labios quejándose.

– ¿No te das cuenta de que simplemente no quiero? –Levantó su mano libre, aunque nadie la estuviese viendo. –No sé por qué me obligáis, que le den a los estudios, que le den a todo, no necesito jodidos estudios para traerle de vuelta. –

–Estudiarás y punto, derecho, ¿Cómo tengo que decírtelo? –Habló, –He intentado decírtelo de todas las maneras posibles, pero no hay manera. –

–Por supuesto que no la hay, prefiero vivir bajo un puente con el, a estudiar derecho, papá, no quiero. –

–Si me entero de que faltas a alguna clase, o que haces alguna gamberrada, volverás a casa, y te pasarás el resto de tu vida encerrada. –El silencio inundo el espacio entre Perrie y su teléfono.

– ¡IDIOTA! –Gritó Perrie lanzando el teléfono contra su cama, saliendo de la habitación para encontrarse con Jesy. –No entiendo porque me hacen hacer esto, no quiero trabajar en esa mierda de empresa. –

–Perrie, si quieres traerle de vuelta, tienes que estudiar, ese fue el trato. –

–Pero, ¿Por qué derecho? –Jesy se encogió de hombros llevando la taza de café a sus labios.

–Niall ha preparado una cena en su casa, ¿Irás? –Cambió de tema, con Perrie, cambiar de tema era demasiado fácil, posiblemente por eso cuando solo estaba con Jade, podía controlarse mejor, ya que Jade en tres minutos te hablaba de cinco cosas distintas.

–Claro, mientras haya agua y no vino. –

Esa misma noche, Perrie salía con algunos amigos a cenar, mientras que Jade, había quedado por quinta vez con Drake, el chico modelo, Drake era demasiado agradable para ser alguien real, Jade amaba estar en su compañía, ya que le hacia reír todo el tiempo que pasaban juntos.

–Vale, hagamos un trato. –Dijo Drake llevándose el vaso de cerveza a los labios. Jade asintió. –Si encuentras la bolita, bailaré en el restaurante, y me quitaré la camisa. –Jade comenzó a reír. –Y si no la encuentras me das un beso. –